El diputado socialista José María Txiki Benegas, que fue número 3 del PSOE en la época de Felipe González, ha hecho una dura advertencia a los partidarios de la secesión de Cataluña: que el Gobierno no lo permitirá, y que cualquier intento por saltarse la legalidad podria acabar como la "revuelta" de 1934, cuando el entonces presidente de la Generalidad, Lluís Companys, que proclamó el Estado catalán, fue encarcelado y se suspendió la autonomía de Cataluña.

Benegas, en un artículo que publica la revista Temas, ligada al ex vicepresidente del Gobierno y ex número 2 socialista Alfonso Guerra, y preguntado por el desafío independentista y las experiencias históricas relacionadas, recuerda los hechos de Octubre de 1934, cuando Companys proclamó el Estado catalán dentro de la República española:

"Para aprender de la historia nos debemos situar en el 6 de octubre de 1934. Companys proclamó el Estado Catalán y la revuelta acabó con la autonomía suspendida, la Generalidad sustituida por un Consejo designado por el Gobierno del Estado y Companys en prisión y sometido a un Consejo de Guerra posterior".

Benegas concluye que la "lección histórica" que se se puede extraer de estos hechos es "sencilla". "España y sus instituciones de Gobierno y representación no van a permitir la secesión unilateral de ninguna parte de su territorio", afirma.

En ese artículo, que formula las mismas preguntas a diversos expertos y dirigentes políticos y sindicales de la izquierda -incluyendo al líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y al del PSC, Pere Navarro-, Benegas sostiene que "Europa será cada vez más una unión de soberanías compartidas", y que "el nacionalismo independentista va exactamente en dirección contraria".

Pide "diálogo" después de prohibir el referéndum

En esta misma línea, añade un ataque aun más duro al independentismo, al que considera "perverso", porque "divide inexorablemente a la sociedad y a los pueblos". "El independentismo no es punto de encuentro sino de división", concluye.

Sobre la respuesta a la convocatoria de un eventual referéndum independentista en contra de la legalidad, Benegas cree que habría que impugnarla ante el Tribunal Constitucional. Para, acto seguido, "abrir con generosidad un proceso de diálogo sincero para resolver el problema". Un proceso durante el cual "habría que ser exquisitos con los ciudadanos de Cataluña, porque el verdadero problema es que se incremente la desafección de los mismos hacia España y lo español".

Sobre las consecuencias económicas de una hipotética secesión, Benegas cree que serían "muy graves" para Cataluña y "malas" para España. Y cierra con ironía: "Es jugar para que todos pierdan. Es decir, una gran operación".