Política

Apoteosis independentista en el Palau

El concierto de San Esteban celebrado en el Palau de la Música ha cumplido cien años, y para celebrarlo se ha transfigurado en el escenario del independentismo institucional con himnos, banderas secesionistas y "votos" a favor de la independencia en un hipotético referéndum.

27 diciembre, 2013 09:49

La celebración del centenario del tradicional concierto de San Esteban en el Palau de la Música Catalana se ha cerrado este jueves, ante la presencia del presidente de la Generalidad, Artur Mas, con una multitud de esteladas desplegadas tanto por el público como por los integrantes del Orfeón Catalán, quienes a la postre portaban una 's' y una 'i' en alusión al 'sí' a la independencia en el hipotético referéndum.

Entonando el Cant de la Senyera, el auditorio ha clamado en esta simbólica edición a favor de la secesión de Cataluña del resto de España. Entre los asistentes, se encontraban el propio Mas y su esposa, Helena Rakosnik; la presidenta del Parlamento autonómico, Núria de Gispert (CiU); el líder de ERC, Oriol Junqueras y la número dos del partido, Marta Rovira; el alcalde de Barcelona, Xavier Trias (CiU); y el consejero de Cultura, Ferran Mascarell (CiU).

Himno nacionalista

Sobre un poema de Joan Maragall, la melodía del himno fue obra de Lluís Millet, antepasado de Félix Millet, principal imputado en el caso Palau en el que se investiga la posible financiación irregular de CDC.

Este año, el Cant de la Senyera, que compite en el imaginario nacionalista con Els segadors, se ha convertido más que nunca en una alegoría del independentismo catalán promovido desde las instituciones por CiU y ERC.

El evento ha sido conducido por los actores Pep Anton Muñoz y Pep Munné, quienes han narrado la historia del Orfeón y del Palau de la Música como referentes de la "memoria colectiva" de Cataluña. El propio Cant de la Senyera se habría significado en 1960, gracias a los llamados "hechos del Palau", donde se cantó el himno pese a estar prohibido por la dictadura franquista.

Las polémicas imágenes de este acto han circulado tempranamente gracias a las redes sociales, especialmente Twitter, puesto que, por deseo explícito de los responsables del Palau, el acceso al acto estaba vetado a la prensa.