Militantes del PSC de la desaparecida plataforma maragalliana Ciutadans pel Canvi (CpC), junto con otros integrantes del PSC partidarios del denominado "derecho a decidir" y críticos con la línea de la cúpula de los socialistas catalanes, han presentado este lunes una nueva asociación, con el nombre de Socialisme, Catalunya i Llibertat. A diferencia de otros movimientos de socialistas críticos, esta asociación se organiza completamente al margen del partido.
Según ha explicado este miércoles en rueda de prensa el portavoz de la nueva asociación, la exdirigente de CpC, militante del PSC y exportavoz en el Parlament Toni Comín, los miembros de la entidad consideran que al PSC hace falta "un giro de 180 grados". Pero, como que también creen que plantear esta opción sería "una batalla inútil que lleva al desgaste", han optado para organizarse al margen del partido.
El propio Comín ha ido más lejos cuando ha dicho que el partido que lidera Pere Navarro ya no es "un instrumento útil". Aún así, la nueva asociación engloba a militantes del partido -como el propio Comín-, sin ningún cargo orgánico, además de exmilitantes y antiguos miembros de CpC, la plataforma creada alrededor del expresidente de la Generalidad Pasqual Maragall justo antes de que este concurriera por primera vez a las elecciones autonómicas, en 1999, y que se disolvió hace dos años. En la nueva asociación también hay integrantes de Nova Esquerra Catalana, el partido creado por el exdirigente socialista y exconsejero de Educación Ernest Maragall, hermano de Pasqual Maragall.
Después del último giro del PSC
Comín ha explicado que esta convicción de que es inútil intentar un "cambio de rumbo" en la dirección del PSC se hizo más fuerte después del último Consejo Nacional del PSC. En esta reunión, los críticos nacionalistas del partido quedaron en clara minoría en su pretensión de que el PSC se sumara al acuerdo tomado por los otros partidos que defienden un referéndum independentista -CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP-, para llevar al Congreso la petición de organizar la consulta. Ya anteriormente, y coincidiendo con la última conferencia política del PSOE, se visualizó un giro en la dirección del PSC, que se ha desmarcado claramente de los partidarios del "derecho a decidir" hasta el punto de presentar la consulta como un proyecto ajeno e, incluso, no deseable.
En este sentido, la nueva asociación se diferencia de los otros dos movimientos organizados de socialistas catalanes partidarios del "derecho de decidir" -Avancem, liderado por Joan Ignasi Elena, y Agrupament Socialista, con Àngel Ros y Marina Geli como nombres clave-, en el hecho de que no se constituye como movimiento interno dentro del PSC, sino totalmente al margen.
"No somos ni una plataforma crítica del PSC ni un partido político", ha dicho Comín, que ha proclamado su intención de constituirse en un "punto de encuentro entre los partidos de izquierda catalanes", en referencia a ERC, ICV-EUiA y a los propios militantes críticos del PSC. "Queremos tener la libertad de actuar sin estar condicionados por la agenda del PSC", ha concluido.
En otras ocasiones, Comín ya se ha situado en un punto intermedio entre las opciones federales y el independentismo, con una apreciable evolución hacia las posiciones más soberanistas. En 2010, se mostraba a favor de una reforma federal de la Constitución, explicando que el Estatuto no fue "la última carta para reformar España", sino "la penúltima". Dos años más tarde, daba un nuevo paso al proclamar que "el plan B del federalismo tiene que ser la independencia".