El primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha advertido este sábado de que el proyecto secesionista de CiU y ERC no tiene apoyos a nivel internacional. "No veo ningún país que esté dispuesto a reconocer una Cataluña independiente", ha alertado.
Navarro ha destacado que "cuando alguien pregunta después de la declaración unilateral de independencia qué viene, nadie responde a esta pregunta", por lo que "están llevando a Cataluña a un callejón sin salida". "No quieren una consulta, quieren una ruptura que sería muy negativa para los catalanes", ha insistido.
El dirigente socialista ha hecho estas declaraciones en una entrevista a Europa Press, pocos días después de que desde la OTAN y desde la Unión Europea -en este caso, por enésima vez- hayan advertido de que una hipotética secesión dejaría a Cataluña fuera de estas organizaciones internacionales de forma automática.
No habrá consulta
Navarro ha denunciado que CiU y ERC han planteado su proyecto independentista desde la confrontación, convencidos de que no habrá consulta, y empeñados en que el desenlace ineludible es una declaración unilateral de independencia al margen de las urnas.
También se ha mostrado muy crítico con las negociaciones que lidera el presidente de la Generalidad, Artur Mas, para establecer una fecha y una pregunta para el referéndum, que ha calificado como "un proceso poco solvente" que acabará por imposibilitar la consulta.
En cualquier caso, Navarro augura que, si finalmente CiU, ERC, ICV-EUiA y la CUP llegan a un pacto, "el acuerdo será papel mojado" porque no se ha tenido en cuenta en la negociación al Gobierno y se ha optado por una vía unilateral.
El líder del PSC, ha lamentado que ERC esté forzando la consulta a cambio del "sufrimiento de los catalanes", en referencia a que, a cambio de una fecha y una pregunta, los de Junqueras apoyarán los presupuestos de la Generalidad para 2014 que ha elaborado CiU, y que ha calificado de antisociales, por los recortes que prevé.
Insiste en el diálogo entre el Gobierno y la Generalidad
Para Navarro, la solución pasa por establecer una "mesa de diálogo" entre la Generalidad y el Gobierno para abordar una consulta independentista, que en todo caso ha de ser "legal y acordada". En ese diálogo también deberían incluirse cuestiones como la negociación de un nuevo sistema de financiación autonómica y la recuperación de artículos del Estatuto ajustados por el Tribunal Constitucional a la legalidad.
Esa mesa de diálogo podría ser la propia Comisión Bilateral Generalidad-Gobierno, que Navarro ha lamentado que incomprensiblemente lleve "dos años sin reunirse".
También ha reiterado que no contempla que los críticos del PSC -pertenecientes al sector nacionalista del partido- se desmarquen de la línea que democráticamente ha decidido la dirección en relación al denominado "derecho a decidir". "Que puedan actuar en contra de todo lo que hemos decidido no me pasa por la cabeza", ha zanjado.