Dónde está la pregunta, "matarile rile ro"

El genial Mark Twain escribió que predecir el futuro es muy complicado porque tiene que ver con lo que todavía no ha pasado. Aun así, creo que predecir siempre es un gran reto periodístico. El pasado miércoles lo asumí, en base a varias fuentes, con la crónica "La consulta puede acabar antes de empezar".

Ahora el triste final de la locura independentista es más probable que hace una semana, a pesar de que siempre hay que tener en cuenta el irónico adagio de Mark Twain.

En todo caso, la payasada creada por el ausente, o huido, Artur Mas ha llegado a un nuevo paroxismo. En síntesis, los independentistas se han vuelto "independen-tristes". Están más cerca de las lágrimas que de su viejo, petulante y satisfecho reír. Ya no saben ni si son de los suyos.

Pocas posibilidades de una consulta

Le pido a un cuadro de ERC que estime, valorándolo en porcentaje, las posibilidades de que no (sic) haya acuerdo entre CDC, UDC y ERC respecto a la fecha y la pregunta de la consulta independentista. Me responde: "Creo que sobre cien hay un ochenta y cinco por ciento de posibilidades de que no (sic) se celebre por falta de entente, ya aquí, en Cataluña".

La fuente de ERC me dice que Mas nunca ha sido independentista, sino que ahora hace un año (el 25 de noviembre) día de las elecciones catalanas decidió hacer una huida adelante para ganar tiempo, creyendo que ya encontraría un buen momento para echarse atrás. Le ha pasado lo contrario. Aquella derrota electoral, en unas elecciones que él ya había planteado como plebiscitarias, ha sido seguida por continuadas pérdidas en la estimación de su voto. Ahora perdería la mitad de los escaños que tiene CiU. Josep Pla diría (dado que a menudo usaba esta frase hecha ampurdanesa) que "le han hecho canario", expresión propia de un viejo y peligroso juego de cartas de envite.

Mas ha jugado y perdido. Ahora sólo quiere retrasar el final de su carrera política. Prefiere el suicidio colectivo al individual. Pero, por razones antagónicas, UDC y ERC no quieren acompañarle, y sobre todo no quieren hacerlo juntos. ¿Esto puede cambiar? Quizás sí, pero probablemente no. De momento, ahogados por prácticas opacas y cínicas, podemos ablandar nuestros males dedicando a la consulta la canción: "Dónde está matarile, rile, ro".

El churro de la consulta

La misma fuente de ERC cree que Junqueras no aflojará respecto a que la pregunta, me dice, "tendrá que ser clara, concisa y permitir decidir entre la independencia o bien continuar como ahora, nada más, nada de respuestas inclusivas, que entiendo que quiere decir elegir entre varias opciones, como la federal o algunas otras. Saldría un churro, amorfo por definición".

Hablo separadamente con dos fuentes de CiU, una de CDC, pero no talibán, y otra de UDC. La primera me dice: "Perder voto, como indican las encuestas, ya es un gran problema, pero que haya sido por una consulta que resulte, además, ser imposible que sea tan sólo aprobada por el Parlamento autonómico catalán, puede ser demasiado. Pronto surgirán voces que pedirán que Mas lo deje. No puede ser de otra forma. Cómo tú predijiste -en base a fuentes, le replico- surgirá algún cuadro de comarcas que levantará la bandera antiMas".

De momento, el pretendido camino hacia la utópica consulta merece entrar en el libro Guinness, en cuanto que se trata de un ridículo cósmico. Ver como Mas osa querer, impunemente, una adhesión fervorosa a una pregunta inexistente nos deja mal a todos. Moralmente, hemos caído en una letrina.

¿Cómo se le puede pedir a Mas qué tipo de Estado preconiza, cuando solo es capaz de presentar dos proyectos de ley en un año, recortarlo todo (diciendo que no lo hace) y ahora rehuir el precisar qué pregunta (seguramente de sólo dos líneas) quiere hacer aprobar en un plebiscito tronado? ¿Llega a ser capaz de mirarse en el espejo, cada mañana? ¿Nunca se le cae la cara de vergüenza?

Duran i Lleida, animado

La fuente de UDC me dice: "He hablado con Duran i Lleida y le he visto muy animado. Nunca perdonará a Mas que intentara crear una escisión en nuestro partido. Yo tampoco lo olvido. Estamos pensando en el postMas. Creo que una gran parte del electorado ha visto que somos un partido responsable y eficaz, adjetivos que en ningún caso se pueden aplicar a la CDC de Mas. Estamos animados, pero también queremos estar cerca de los muchos votantes de CDC que rehúsan ir hacia ERC. Tenemos que ser su partido".

Ahora bien, no hay que olvidar la demagogia independentista, creada de manera delirante por TV3 y toda la banda mediática de Mas. Ha excitado a personas que estaban confusas. Después de años de malabarismos pujolistas, el mesianismo independentista de Mas ha creado un enloquecimiento real en personas desconcertadas por los efectos de la crisis. El desastre no puede ser visto sólo como un hecho partidista. Hay más.

Por eso pido su criterio a periodistas gerundenses, zona donde hay un fuerte enloquecimiento independentista, estimulado por el impresentable diario El Punt Avui. Querría saber si allí el soufflé social independentista empieza a bajar. Todos me dicen que no, que creen que se han creado sectores impermeables a la realidad. Personalmente, no estoy tan seguro, pero desgraciadamente creo que mis fuentes gerundenses tienen algo de razón.

Por suerte, intelectualmente, Mas es una persona débil, psicológicamente frágil y necesitada de sentirse en una posición de poder, después de ser un chico de encargos de la familia Pujol. Volver a ser lo que era y se merecía ser, puede descomponerle. No será un nuevo Thomas Müntzer, el pastor luterano de la guerra de los campesinos alemanes, la Deutscher Bauernkrieg, del siglo XVI.

También hay que recordar que Perón creó un populismo que es de extrema derecha y también de extrema izquierda. Hoy, en el peronismo, que disfruta del poder en Argentina, dominan muchos antiguos terroristas, más que nada de los Montoneros.

Mas no tendría que poder acudir al PSC ni al PP

Una de nuestras suertes habrá sido que Mas ha hecho de todo para ofender al PSC y al PP. De lo contrario, ahora volvería a intentar hacer "la puta y la Ramoneta". Sería un gran error ofrecerle cualquier oportunidad. También hay que recordar que unas elecciones anticipadas serían desastrosas no sólo para CiU (si perdura) sino también para el PSC y el PP. Ahora no es el momento de hacer cálculos electorales, sino de superar la locura creada y encarnada por Mas, por mero deseo de poder, ahora hace un año.

2013 ha sido un annus horribilis que diría la actual reina británica. Para taparlo CDC recurre a mentiras y griteríos cada vez más viles. Después de tres años de suprimir una paga extra a todo el funcionariado de la Generalidad, hoy quiere hacer creer que la culpa es del Ministerio, palabra usada, en castellano, de manera repugnante, con grosero determinismo lingüístico, por Mas-Colell, en el seno de una frase en catalán en la TV.

Mas-Colell no tiene que volver a la universidad sino a la escuela de párvulos. Allí le podrían explicar que dos otros determinismos -el denominado social o comunista y el racial o fascista- mancharon todo el planeta de sangre.

Hoy Mas es como un caballo cojo que tendría que saltar dos vallas. Probablemente, no podrá lograrlo respecto a la primera, consistente en encontrar una pregunta que pueda ser asumida a la vez por ERC y UDC, mientras que es imposible del todo que salte la valla que representa la Constitución. Tanto el PP como el PSOE están dispuestos a defenderla. Por lo tanto, es hora de ver de qué muerte tiene que morir la barbaridad comenzada o potenciada por Mas ahora hace un año, al no ganar una mayoría en las últimas elecciones autonómicas, como estaba convencido de que pasaría.

Impedir otro Mas

Es bastante escalofriante constatar que para muchos partidos Mas es un problema muy definido y muy limitado. Creo que es un error. Que en el siglo XXI Cataluña haya podido caer en manos de un demagogo de estas características y que esto no haya creado automáticamente un frente en contra, indica la existencia de un problema de conciencia democrática, genérica y peligrosa...

Muchas veces he escrito que era imprescindible la destrucción del mito Jordi Pujol. El tema de la corrupción finalmente lo ha afectado, pero no liquidado. En cuanto a Mas, ni siquiera se ha llegado al grado de desprestigio que hoy mancha a Jordi Pujol. Efectuarlo es urgente e imprescindible. No se puede reducir sólo a un mal gobierno. Ha sido mucho más, en cuanto a la destrucción deliberada de una sociedad que algunos consideraban vacunada contra los populismos demagógicos.

Hace falta reemprender un camino ya recorrido, peor de lo que muchos decían, durante la Transición. El objetivo es el mismo: convertirse de verdad en una sociedad pacificada. Hoy Cataluña no lo es y el principal culpable es Artur Mas. Hay que encarar de verdad el tema de la corrupción, el del uso partidista de los medios de comunicación públicos y de los favorecidos por las subvenciones, liquidar el control demagógico del mundo de la cultura (con un dirigismo que por suerte está en manso de burros), impedir el grosero servilismo del Parlamento autonómico, etcétera.

En síntesis, hay que asumir que con Mas hemos retrocedido mucho y en todo. Este es un diagnóstico banal y evidente. Hay que decirlo y argumentarlo, sin ningún miedo.