"Los Mossos son los primeros que tendrán que detener a un alcalde que decida desobedecer. Lo harán los Mossos, no tendrá que venir la Guardia Civil, porque son policías vocacionales, que en su conjunto cumple, ha jurado y obedece la ley".
Con esta contundencia se ha expresado el ex dirigente de CDC y ex eurodiputado de CiU Ignasi Guardans en relación a la actuación de la policía autonómica ante la hipotética convocatoria de un referéndum independentista por parte de la Generalidad al margen de la ley.
Y ha insistido: "¿Alguien se imagina a un jefe de los Mossos obedeciendo una orden ilegal? Los Mossos no obedecerán órdenes contra la ley".
Esta posición de Guardans choca con las declaraciones que en octubre de 2012 realizó el entonces consejero de Interior de la Generalidad, Felip Puig (actualmente consejero de Empresa y Empleo), cuando instó a altos cargos de los Mossos d'Esquadra a apoyar una supuesta secesión ilegal.
"Solo os he de decir una cosa, puede haber momentos, en el futuro, en el que haya un debate, que estoy convencido que será un debate político, democrático y pacífico, en el que haya gente que quiera contraponer una legalidad jurídica a una legalidad democrática, en el que se ponga en tensión la legalidad stricto sensu desde el punto de vista de una ley a la legitimidad de las decisiones de un pueblo o de unas instituciones. En esta tesitura es donde estoy convencido de que el cuerpo [policial] que ahora representáis estará como siempre al servicio del país [por Cataluña] y de sus instituciones", señaló Puig entonces.
La deriva independentista generará frustración
Guardans, que abandonó CDC en 2010 por discrepancias con la dirección del partido y se encargó de la Dirección General de Cinematografía, con Ángeles González-Sinde (PSOE) como ministra de Cultura, ha restado todo valor jurídico a una hipotétcia declaración unilateral secesionista, que la ha comparado "con la independencia de Cartagena", y ha augurado que, en el mejor de los casos, la deriva secesionista del nacionalismo catalán concluirá en una reforma constitucional que dejará a mucha gente frustrada y con una reordenación del mapa político catalán.
En una entrevista para Europa Press, el ex eurodiputado ha descartado, en todo caso, un escenario de violencia militar, porque el Estado tiene muchos otros mecanismos para actuar, y porque, en su opinión, los Mossos d'Esquadra obedecerán la legislación española vigente.
Sí considera, en cambio, que una declaración unilateral de independencia derivaría en un conflicto constitucional y político, que podría tener efectos penales e incluso la suspensión de parte de la autonomía de la Generalidad, como las competencias en orden público.
"Mas se cree una especie de Moisés"
Guardans también ha lamentado que "hay un determinado tipo de discurso patriotero que si se hace en castellano solo se escucha a gente de la Legión, pero si se hace en catalán se respeta".
Y ha considerado que se ha entrado "en una dinámica propia de otros tiempos de 'patria o muerte'", al argumentar que a todo aquel que pregunta o expone sus dudas sobre el plan independentista de CiU y ERC se le acusa de ir en contra de Cataluña.
A su juicio, Mas se ha metido en un callejón sin salida y no ha calculado bien sus fuerzas, las del partido ni el impacto que tendría sobre la sociedad, por lo que ha caído en "una serie de errores que aún no han terminado, y que están haciendo daño" a Cataluña.
"Se cree una especie de Moisés", ha insistido, y se ha mostrado convencido de que otros miembros de CDC discrepan de la estrategia de Mas, al que ha acusado de arrastrar a los catalanes a una dinámica impulsada por el partido que se lo llevará por delante, así como a CiU y, tal vez, a CDC.
"Sí creo que Mas es independentista"
A pesar de considera que la conversión de Mas al independentismo es real, Guardans ha revelado que, en el congreso de CDC de 2008, el ahora presidente autonómico pidió que no se votara una enmienda por "el Estado propio" porque estaba "en contra" y con el argumento de que la opinión pública y los medios no lo entenderían.
"Puede que durante un tiempo no supiera si estaba dentro o fuera del armario, pero hoy sí creo que es independentista. Y se equivocan los que aún hoy en Cataluña, en el mundo empresarial y otros, siguen creyendo que Mas hace teatro para conseguir otra cosa", ha asegurado.
En relación al líder de UDC, Josep Antoni Duran i Lleida, considera que "es un obstáculo a la independencia y al independentismo de CiU", pero cree que le temblaron las piernas al plantar cara y que llega tarde. Su estrategia pude salirle bien, o condenar a su partido a su desaparición, argumenta.
"Ningún país de la UE" reconocería una secesión unilateral
Guardans asegura que nadie en Europa cree que Cataluña quiera separarse del resto de España "y proclamar de repente la independencia como Kosovo o de Abjasia, en Georgia", y lo enmarcan en un problema interno español que debe resolverse en su seno.
Una hipotética secesión unilateral de Cataluña la convertiría "en un trozo de España que seguiría estando en Europa, con un problema político, porque para quedar fuera sería necesario que se reconociera su independencia, y ningún país de la UE lo hará", ha insistido.
Por último, sobre una posible candidatura unitaria de cara a las elecciones europeas formada por partidos defensores de una consulta independentista, Guardans ha vaticinado que podría obtener un europarlamentario, lo que conllevaría que los ciudadanos de Cataluña perdiesen peso en la UE.