El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, impuso ayer la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Rojo al agente de la Guardia Urbana de Barcelona Juan José Salas Rodríguez, herido de gravedad el 4 de febrero de 2006 por varios okupas.
Salas Rodríguez fue uno de los agentes de la policía local que prestó servicio aquel día para desalojar una casa ocupada por miembros del colectivo radical que estaban celebrando una fiesta en la calle Sant Pere Més Baix. Una de las piedras lanzadas por los okupas impactó contra la frente del agente y le dejó en coma durante tres meses.
"Es un ejemplo"
Fernández Díaz, en el acto de condecoración celebrado en Barcelona, tuvo palabras emotivas para el agente de la Guardia Urbana, que ha quedado en silla de ruedas como consecuencia de las secuelas de la agresión, y de quien dijo que "es un ejemplo de servidor público que se ha convertido en una referencia perdurable para sus compañeros y para todos aquellos que hacen de su vida un ejercicio de sacrificio por los demás".
El ministro -quien recordó que su padre fue miembro de la Guardia Urbana- destacó los valores de "solidaridad", "generosidad" y "altruismo" que caracterizan a Salas Rodríguez, en momentos en los que no es habitual destacar por la "talla humana y profesional" de las personas.
Finalmente, Fernández Díaz destacó que cada día trabajan miles de agentes de las distintas policías -local, autonómica y nacional- "para que las calles y barrios de Barcelona y del resto de las ciudades de nuestro país sean cada vez más seguras".