Política
Cierre parcial del Gobierno de EEUU
El último precedente duró 22 días, entre finales de 1995 e inicios de 1996. Obama no tiene dinero para pagar a los empleados federales. Se calcula que unos 800.000 empleados públicos se quedarán en sus casas desde hoy. La medida afecta a todos los servicios públicos pero no a los considerados imprescindibles. Así, museos, guías turísticos, atención al público... están en suspenso. Otros, se verán afectados al contar con menos personal.
1 octubre, 2013 12:01El Gobierno de EEUU ha puesto en marcha, este martes, el cierre temporal de parte de sus servicios no básicos, por primera vez en los últimos 17 años. La última vez que esto había ocurrido fue durante el mandato del presidente estadounidense Bill Clinton (D). Desde hoy el Gobierno federal está a medio gas durante tiempo indefinido.
Los representantes del Partido Republicano han logrado paralizar la financiación del trabajo y el sueldo de unas 800.000 personas dependientes del Gobierno que dirige Barack Obama (D), al no ceder este en la aplicación de la reforma sanitaria que entra en completamente vigor en unos días, y parcialmente, hoy.
Tras más de una semana de propuestas fracasadas en ambas cámaras del Congreso de EEUU y una frenética jornada de trabajo este lunes, los legisladores no lograron alcanzar un acuerdo de última hora que permitiría mantener abierto el Gobierno a partir de hoy, cuando comienza el nuevo año fiscal y se agotan los fondos anteriores.
Obama: un Congreso irresponsable
"Por desgracia, el Congreso no ha cumplido con su responsabilidad. No ha sido capaz de aprobar un presupuesto y como resultado, gran parte de nuestro Gobierno debe cerrar ahora hasta que el Congreso vuelva a financiarlo", señaló Obama en un vídeo, protestando por la decisión de los legisladores.
La Oficina de Presupuesto y Gestión de la Casa Blanca (OMB) instruyó poco antes de la pasada medianoche en EEUU a las agencias federales a "ejecutar los planes para un cierre ordenado debido a la falta de fondos". El coste podría suponer un gasto adicional de 1.000 millones de dólares, según estimaciones de la Casa Blanca.
"[Este cierre] trabará los engranajes de nuestra economía en un momento en que esos engranajes han ganado algo de tracción", alertó Obama, en una comparecencia ante la prensa, según recoge Efe.
Reforma sanitaria
La reforma sanitaria aprobada en 2010 por Obama está siendo el núcleo del desacuerdo en el Congreso, donde los legisladores más conservadores han visto el momento de atacar al presidente de EEUU en un asunto del que se han mostrado siempre claramente opuestos.
Así, los conservadores consideran que con esta presión en los presupuestos del Gobierno pueden conseguir que la ley de reforma sanitaria descarrile antes de que entre completamente en vigor, aunque este mismo martes, 1 de octubre, entra en vigor una parte clave de la misma: la oferta de seguros de salud para todos los estadounidenses.
Después de que el Senado rechazara el segundo intento del Partido Republicano de atacar la reforma sanitaria mediante el plan presupuestario, la Cámara de Representantes aprobó la noche del lunes una tercera propuesta que buscaba retrasar durante un año la parte más importante de esa ley, la obligatoriedad de tener un seguro médico a partir de enero.
Sin embargo, el Senado rechazó de inmediato esa propuesta, por 54 votos a favor y 46 en contra, y volvió a insistir en que se aprobara un plan para proveer temporalmente de fondos al Gobierno federal sin tocar la reforma sanitaria, bautizada por los demócratas como "resolución limpia". Pero el líder republicano en la Cámara Baja, John Boehner, se negó a dar su brazo a torcer: "Le diré al presidente: esto no se trata de mí. No se trata de los republicanos en el Congreso. Se trata de justicia para los estadounidenses".
Militares, al margen
Ya en la madrugada de este martes, la Cámara de Representantes aprobó, por 228 votos a favor y 199 en contra, una propuesta que convoca una negociación con el Senado sobre la crisis. La medida pide formar un comité de conferencia, un mecanismo reservado a situaciones extraordinarias que permite congregar a varios miembros del Senado y la Cámara Baja con el fin de allanar diferencias respecto a una ley en particular.
No obstante, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, se resistió a esa idea y levantó las sesiones de la Cámara Alta hasta el mediodía de este martes -tarde noche en España-. "Nos gusta resolver los asuntos, pero no vamos a ir a una conferencia con una pistola apuntándonos a la cabeza. No iremos a una conferencia hasta que consigamos una propuesta limpia [que no contenga ataques a la reforma sanitaria]", aseveró Reid.
Pese al cierre parcial del Gobierno, las dos cámaras legislativas sí lograron un acuerdo. El lunes por la noche, el Congreso y con la firma de Obama dejaron fuera de este cierre temporal a los militares de EEUU, por lo que estos seguirán cobrando sus salarios igual que ahora mientras dure el bloqueo.