Gustavo Shanahan, socio de Jordi Pujol Ferrusola entre 2005 y 2012, asegura que el hijo del ex presidente de la Generalidad invirtió en 2005 "de golpe" en el puerto de Rosario (Argentina) doce millones de dólares -algo más de nueve millones de euros- de dinero "negro" procedente de tres paraísos fiscales: Suiza, Andorra y Panamá.
Según publica El Mundo este domingo, el dinero se movió a través de un testaferro "muy antipático" afincado en Londres: Herbert Rainford. Una información que coincide, además, con las explicaciones dadas por la ex pareja de Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez Martín, al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz en su declaración del pasado mes de enero.
En el reportaje, el empresario argentino da todo tipo de detalles de su relación con el hijo mayor del fundador de CDC, y se pregunta "cuánta plata pudo hacer Pujol" y su familia, a la que compara con los Perón, por ser "los dueños de todo".
"Socio oculto" de operadores del puerto de Tarragona
El diario de Unidad Editorial indica que en 2002 fue adjudicada la concesión del puerto de Rosario a la empresa Terminal Puerto Rosario, S.A., controlada por operadores del puerto de Tarragona (Cementos Goliat, Fruport, Silos de Tarragona y Tarragona Port Services) y con Pujol Ferrusola como "socio oculto".
Estos inversores, que presumían de tener el "respaldo absoluto" de CiU, estaban encabezados por Lluís Badia, hombre de confianza del ex presidente de la Generalidad Jordi Pujol, que presidió el puerto de Tarragona entre 1996 y 2004.
En 2005, Pujol Ferrusola se asoció a Shanahan para hacerse con el 70% de las acciones de la sociedad -quien la ha presidido en los últimos años-, para lo que invirtió los doce millones de dólares citados, procedentes de cuentas opacas.
Lo hicieron a través de una sociedad conjunta radicada en España, Inter Rosario Port Services, situada en la Avenida Roma de Tarragona, a la que también se incorporó la esposa de Pujol Ferrusola, Mercè Gironés, y desde la que articularon su presencia en la instalación.
"Lo metió todo en negro"
Shanahan se despacha a gusto con Pujol Ferrusola: "Ya no se atreve a volver. Es un cagador [estafador], un cagador consuetudinario".
"La relación de Pujol con Argentina viene de antes del puerto de Rosario, con [Carlos] Menem de presidente. Yo representaba a capitales rosarinos muy importantes, conocí a Jordi Pujol júnior y pensé que sería interesante asociarse con un grupo tan poderoso y tener una pata en Europa, porque nosotros vivimos en el culo del mundo. Fui a Barcelona y estuve con él. Vi las sinergias que podíamos tener y la verdad es que uno se deslumbra", explica.
Y da más detalles: "Jordi no tenía plata blanca, lo metió todo en negro. Ahora es más difícil mover capitales en el mundo, pero hace unos años nadie preguntaba de dónde venía el dinero… y Argentina no es como España".
Los balances "no reflejaban el dinero que entraba"
También señala cómo funcionaba la operativa: "Metía el dinero por transferencias que iban a parar a cuentas de distintas compañías en Panamá y se monetizaban en una casa de cambio. [Así], el dinero entraba en el puerto tal cual. [Pero] si agarras los balances no te vas a dar cuenta de nada porque registran pérdidas. Están certificados ante notario, santificados... pero no reflejaban el dinero que entraba".
Shanahan añade que "Jordi metió además tres millones en blanco en una ampliación de capital para mantener sus acciones; estas transferencias sí que constan en los balances y se llevaron a cabo desde una sucursal del BBVA en Tarragona; concretamente la número 1007".
En otoño de 2012, Shanahan, harto de sus disputas con Pujol Ferrusola, vendió su parte del negocio a la aceitera Vicentín. Posteriormente, se enteró de que el hijo del ex presidente de la Generalidad estaba siendo investigado por la justicia. Le pidió no volver a intercambiarse correos, le explicó que estaba "muy mal" porque no podía mover el dinero y le dijo que algún día hablarían de "la comisión" que le prometió pagar por sus gestiones en la venta y de la que "nunca más se supo". "Jordi es un boludo, un boludo total, un boludo de mierda", concluye Shanahan.
"Ten cuidado con los Pujol, que son corruptos y los dueños de todo"
El ex socio de Pujol Ferrusola también señala que recibió alguna advertencia. "Antes de dar aquel paso, el de asociarme con Jordi Pujol júnior, mi hermana, que vivió allí en España, me dijo: 'Ojo, Gustavo, ten mucho cuidado con los Pujol, que son corruptos y los dueños de todo'".
"¿De dónde procedía el dinero de Jordi? Nunca me iba a decir que era de papá. ¿Cuánta plata ha debido hacer este hombre en 25 años siendo el dueño de todo o de un pedacito de todo?", se pregunta.
Y señala que "en los grandes contratos públicos en la Argentina hay que repartir el 5% entre los diputados". Una cifra ligeramente superior al 4% de comisión ilegal que presuntamente, y según la instrucción del caso Palau de la Música, exigía CiU a las constructoras adjudicatarias de la obra pública de la Generalidad.
La relación con Pujol Ferrusola fue empeorando con el paso del tiempo. "Nos dimos cuenta de que el negocio del puerto era muy complicado y Jordi, que es un boludo, un pelotudo, al punto que lo mataría con mis propias manos, no quería trabajar", continúa Shanahan, y le atribuye una predilección por "las mujeres grandes, los coches de lujo y la vida loca", llegando a calificarle de "personaje novelesco" porque "siempre estaba presumiendo de lo que tenía y de lo que hacía". "Yo soy un empresario importante, pero hacía falta dinero y Jordi Pujol júnior es un loco, pero un loco con mucha plata", añade.
Su "obsesión": "Culpar de todo a Madrid"
Shanahan también se refiere a sus conversaciones sobre política. "La obsesión de Jordi Pujol júnior era siempre la de culpar de todo a Madrid, era una cosa de locos, cavernícola, tiene la enfermedad de la política. Siempre estaba con llamadas de temas políticos, diciendo que Madrid es una mierda".
Pero asegura que los Pujol eran contrarios a celebrar un referéndum independentista: "Hablé con Jordi Pujol júnior de este tema y me dijo que tanto su padre como el resto de la familia habían desaconsejado a Artur Mas convocar el plebiscito independentista, esa locura de separarse de España. Me decía que iba a ser contraproducente y que iban a perder diputados".
Y añade: "Jordi, que siempre estaba a la derecha de la derecha, me decía que Mas era un boludo y muy, muy blando. De hecho, recuerdo el último comentario que me hizo cuando Mas convocó las elecciones y ganó pero no con la cantidad que debía".
"Yo le decía que estamos en un mundo globalizado, que lo de separarse y romper España es una locura y que por mucho poder que tenga Cataluña, el verdadero poder está en Madrid", concluye.