Política
Cuenta atrás para una nueva Diada independentista
La suerte está echada para los organizadores de la cadena humana por la independencia. En menos de 48 horas, se verá si son capaces de conseguir el objetivo de movilizar a 400.000 personas para enlazar Cataluña de norte a sur.
9 septiembre, 2013 21:17El culebrón del verano se acerca a su desenlace final. A menos de 48 horas para su celebración (prevista para las 17:14 horas del 11 de septiembre), el resultado de la Via Catalana cap a la independència es todavía una incógnita.
Hace un año, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) -entidad organizadora del acto reivindicativo- consiguió colapsar el centro de Barcelona con una masiva manifestación para reclamar la secesión de Cataluña. Según sus cálculos, asistieron dos millones de personas.
Este año, en cambio, se han encontrado con serios problemas para conseguir la inscripción de los 400.000 participantes necesarios para realizar una cadena humana que cruce Cataluña de norte a sur -aunque, finalmente lo han logrado-, lo que parece confirmar que aquellos cálculos estaban generosamente inflados.
Apoyo total de los medios públicos y subvencionados
Desde hace varios meses todos los medios dependientes de la Generalidad, así como la mayor parte de medios catalanes subvencionados, se han volcado en promocionar la llamada Via Catalana. La organización y otras entidades y partidos nacionalistas también han colaborado, entre otras cosas, ofreciendo a los voluntarios autocares para cubrir las zonas más despobladas.
Sin embargo, uno de los asuntos que más controversia ha generado en las últimas semanas ha sido la participación -o no- de las diferentes formaciones políticas en el acto.
Oficialmente, solo participarán los partidos abiertamente independentistas (CDC, ERC y la CUP). En cambio, UDC, PSC, PP, ICV-EUiA y Ciudadanos, por diferentes motivos, se han desmarcado de la convocatoria, al igual que el Gobierno autonómico, aunque muchos de sus dirigentes sí que acudirán a título personal.
Lucha interna en el PSC, a costa de la cadena
El PSC es el partido que más ha sufrido con el debate interno en torno a la cadena humana. Las luchas intestinas entre la dirección -abiertamente opuesta a acudir a un acto independentista- y el sector nacionalista -favorable a participar- han protagonizado no pocas portadas a lo largo del mes de agosto, lo que ha sido aprovechado por sus adversarios para criticar su falta de cohesión interna.
Menos intensa ha sido la presión que ha recibido el Ejecutivo autonómico. Artur Mas (CDC) solucionó la papeleta declinando acudir a la Via Catalana pero mostrando su apoyo institucional. De hecho, recibirá a una delegación de los organizadores en el Palacio de la Generalidad el propio 11 de septiembre. Al igual que hará la presidenta del Parlamento autonómico, Núria de Gispert (UDC).
Los consejeros autonómicos, por su parte, tienen libertad para asistir o no a la cadena humana. Destaca la presencia de la vicepresidenta de la Generalidad, Joana Ortega, que este mismo lunes ha confirmado que no faltará a la cita, pese a que su partido, UDC, se ha declarado contrario a la secesión de Cataluña.
Polémicas continuas
En las últimas semanas se han producido ensayos de cadenas humanas a pequeña escala con diferente resultados. La Via Catalana cap a la independència también ha registrado algunos apoyos impensados hasta hace solo unos meses, como el del cantante Dyango, el actor Juanjo Puigcorbé, el publicista Risto Mejide y el padre del primer secretario del PSC, Pere Navarro.
El dispositivo de seguridad que la Generalidad ha previsto para esa jornada incluye el despliegue 6.823 agentes de los Mossos d'Esquadra en toda Cataluña, de los que 2.465 formarán -parcialmente- del contingente extraordinario destinado a la cadena humana, que conllevará el corte de varias carreteras principales (como la N-II la N-340) y del centro de Barcelona durante varias horas.
Los gastos que le supondrán a la Adminstración autonómica la Via Catalana también han sido motivo de polémica. En ese sentido, Navarro propuso hace unos días que la organización corriera con los gastos extraordinarios que esta genera; una propuesta que fue rotundamente rechazada por la Generalidad.
Pero las polémicas no terminan ahí. La Subdelegación del Gobierno en Castellón ha prohibido este lunes ocupar un pequeño tramo que la organización quería cubrir en la N-340 inmediatamente después de abandonar la provincia de Tarragona, que tenía por objetivo reivindicar lo que los nacionalistas denominan Países Catalanes. El Gobierno ha alegado motivos de seguridad para justificar su decisión.
De igual forma, la plataforma Movimiento Cívico 12-O -contraria a la Via Catalana- ha desconvocado una concentración que, con la denominación Rompamos las cadenas, pretendía realizar el 11 de septiembre junto a la Sagrada Familia a la misma hora y en el mismo lugar que la cadena humana independentista tenía previsto formarse, después de que la Consejería de Interior no la autorizarse para evitar que ambas manifestaciones coincidiesen.