Confianza --o más bien dicho la falta de ella-- fue una de las ideas repetidas ayer en la segunda jornada del foro BCN Desperta, que llega hoy a su fin en la Ciudad Condal tras dos días de intenso debate sobre diversos asuntos.

El concepto de familiaridad entre dos partes afloró en este caso durante el espectacular bloque monotemático sobre vivienda, que reunió a una veintena de expertos, profesionales, directivos y cargos públicos de primer nivel para desmenuzar el complejísimo problema de procurar el acceso a un hogar de propiedad o compra para la ciudadanía.

Y en este marco, la economista Carme Trilla, también presidenta del Observatorio Metropolitano de la Vivienda y de la Fundación Hàbitat3, admitió que la "confianza" entre el sector público y el privado se ha roto en materia de vivienda. Los dos campos, añadió, son necesarios para abordar la crisis actual de mercado. Pero en estos momentos, el trabajo al alimón se ha truncado por la ausencia de certidumbres.

Analistas, empresarios y cargos de distinto origen subrayaron sus palabras. Se ha abierto un cisma entre el sector público y el privado, y ello no ayuda a generar soluciones en el desequilibrio actual entre oferta y demanda de unidades para vivir en Cataluña.

El mercado está sobrecalentado, y la esfera pública y la privada se otean de reojo sin llegar a coordinarse de forma sincera y eficaz para enfrentarse al reto. Salvo honrosas excepciones, como el operador mixto Habitatge Metròpolis Barcelona que ha creado el Área Metropolitana. En el mismo participan la propia administración supralocal, el Ayuntamiento de Barcelona, Cevasa y Neinor.

Esa experiencia, citada ayer en el BCN Desperta, es referente. Marca la senda a seguir. Los poderes públicos y los operadores privados deben coordinarse y trabajar estrechamente para atemperar los ritmos del mercado inmobiliario. Lo dijeron ayer varios representantes públicos: ellos solos, no pueden.

Es por ello por lo que se debe contar con el concurso del sector privado. Como de hecho ya se ha venido haciendo durante décadas. Ahora, con más ahínco si cabe.

El rompecabezas de la vivienda es de una complejidad tal, y tiene tantas causas y tantas consecuencias, que solo la colaboración público-privada lo podrá empezar a resolver.

Y en esa ecuación entra el BCN Desperta, que hoy concluye. Además de foro referencial de ideas en el terreno económico --y espacio de networking-- el evento está sirviendo para remover consciencias y aplicar los puntos de presión donde se debe para que ocurran cosas.

El Desperta opera, además de muchas otras cosas, de laboratorio de juicios y de facilitador de consensos. Ayer, prescribió confianza. Solo falta que todo el mundo escuche.