Noticias esperanzadoras entre tanto disgusto: Barcelona –y también el conjunto de Cataluña– está despierta. Los mimbres existen. Los principales problemas están diagnosticados. Falta armar el rompecabezas con todas las piezas.
Que Barcelona está despierta lo sugiere el foro que estos días organiza esta cabecera junto con Metrópoli y El Español en la Casa Seat. Pero también lo apuntan varios de sus ponentes: la ciudad está preparada, solo que necesita terminar de concretar el camino.
No hace falta entrar en muchos detalles para confirmar tal aseveración. Son muchas las personas que quieren hacer cosas, y eso es el mejor indicativo de que la capital catalana está, o quiere estar, de vuelta. Se ha perdido demasiado tiempo.
El alcalde Collboni destacaba en la apertura que Barcelona tiene un modelo económico “competitivo”, que vuelven las inversiones y que estamos metidos de lleno en una nueva etapa en la que se pretende recuperar el esplendor pasado.
Mientras, Pau Relat (Fira de Barcelona) ponía en valor la fortaleza del circuito ferial de la ciudad. Y la consellera Parlon hacía hincapié en el descenso, lento, pero firme, de los delitos en la metrópolis, aunque no van acompañados de una menor percepción de riesgo.
También en clave cultural, Barcelona se destaca como una referencia literaria, ahora con su invitación a participar en la reconocida feria del libro de Guadalajara (México). Y los ponentes de la mesa de salud aportan que ciudadanos de todo el país se tratan en la urbe.
Queda mucho trabajo por delante, ya sea en seguridad o en vivienda –uno de los asuntos de mayor interés, y que este miércoles se debate en profundidad en BCN Desperta!–, en movilidad y en la reducción de la burocracia, pero algo se mueve.
Se podrá discutir si las ideas o las medidas son las más adecuadas en cada campo, si son mejorables o un disparate, pero la sensación tras escuchar las primeras ponencias del BCN Desperta! es que existe la voluntad conjunta de remontar el vuelo.