Goodman Group, proveedor global de soluciones espaciales para la economía digital, presentará hoy el Barcelona City Hub, un nuevo polo logístico de 130.000 metros cuadrados de extensión, tres espacios y varios niveles que florecerá en los terrenos de la antigua fábrica Nissan en la Zona Franca. Ya ha comenzado su comercialización. 

Lo hará en el marco del Salón Internacional de la Logística (SIL) 2025, que organiza desde hace 27 ediciones del Consorci de la Zona Franca (CZF) de Barcelona. A la ponencia de hoy asistirán el president del Govern, Salvador Illa, y el alcalde de la capital catalana, Jaume Collboni.

La asistencia al más alto nivel está más que justificada: se trata de volver a poner en valor parte de las parcelas que dejó vacante el fabricante automotrz japonés, en una herida industrial que han reparado Chery y Ebro, en el plano del emsamblaje de automóviles, y el operador que se interese por el City Hub en un futuro. 

Por lo pronto, las credenciales que presenta la multinacional --15 países y 85.000 millones en activos-- para su nuevo proyecto de la Zona Franca son rocosos. El polo será multinivel, sostenible y con acceso a 3,5 millones de personas en menos de 30 kilómetros. Tendrá 21 muelles de carga y estará operativo las 24 horas del día los siete días a la semana. 

De este modo, se remedia parte de lo perdido con Nissan, que anunció su cierre un 20 de mayo de 2020 con un Govern de un Quim Torra que apenas supo responder al mazazo en materia de creación de riqueza y empleo que ello significaba aquella fuga para la economía catalana. 

Ahora, el ensamblaje de vehículos y la logística paliarán parte de la catástrofe. Y supone una vía interesante, toda vez que la logística ya supone el 7% del producto interior bruto (PIB) nacional. Como otras regiones en dificultades industriales en Europa, Cataluña y sus administraciones deberán apoyarse en --también-- la logística como una de las soluciones para seguir siendo dinámica. 

En la llamada mixtura de usos de la Cataluña posNissan, varios sectores jugarán su papel, y la logística, el arte de llevar bienes desde su lugar de producción hasta el punto de venta o al consumidor directamente, será uno de ellos. 

No en vano, el e-commerce no supone ya un malvado enemigo exterior al que se enfrenta el tejido local. El 31% de empresas catalanas ya han acudido a esta vía de distribución, según datos de la propia Generalitat de Cataluña. El 60% de ciudadanos ya compra por internet, y esa cifra subirá hasta el 80% en los próximos años. 

En esta encrucijada, la logística emerge como sector estratégico. Junto a otros, es evidente, pero jugando un papel clave que a menudo no está reconocido. Es por ello por lo que muchos estarán hoy atentos a lo que se cuente del City Hub de Goodman en el SIL. 

Se trata de un paso adelante en esta dirección que puede guiar otros venideros. Además de muchas otras cosas, la nueva Cataluña será, también, un muelle de carga. Démosle pues la importancia que merece.