Cualquier persona decente está de acuerdo en que urge desalojar a Pedro Sánchez de la Moncloa (aunque es probable que eso no ocurra) antes de que acabe de demoler el país.

Sin embargo, esas mismas personas también coinciden en que no todo vale para echar al líder del PSOE de la Presidencia del Gobierno. Si vas a hacer lo mismo que él, no merece la pena el cambio. Y parece que eso no lo tiene demasiado claro el PP.

A uno se le ponen los pelos de punta cuando ve a Feijóo acercar posiciones con Junts y con el PNV. ¿Pero es que todavía no se han enterado los peperos de que lo más grave del Gobierno Sánchez son sus alianzas con los nacionalistas?

A ver si nos enteramos, señores del PP. Lo realmente grave no es la corrupción de los socialistas. Lo reprochable de verdad no es la trama de Ábalos, Aldama y Koldo, ni las bolsas con decenas de miles de euros entrando en la sede del partido. Lo inaceptable no es que algún ministro canario se monte un piso para llevarse a algunas amigas pagadas con comisiones ilegales. Ni que la presidenta del Congreso esté salpicada por la maquinaria sacapasta de las mascarillas. Lo intolerable no son los trapicheos de la mujer del presidente con sus másters de pega. Ni que al hermano de Sánchez le hayan enchufado en un puestazo bien remunerado y sin pegar ni golpe.

Todo eso es irrelevante.

Lo que es inadmisible de Pedro Sánchez y del PSOE es pactar con los nacionalistas para romper la igualdad de derechos y obligaciones de los ciudadanos españoles. Lo insólito es indultar, amnistiar y premiar a quienes trataron de cargarse el país. Lo inaceptable es sentarse a hablar con quienes impiden que los niños catalanes puedan recibir una parte de su educación en español. Lo irresponsable es negociar un modelo de financiación singular para la Generalitat (cuando lo razonable sería derogar el concierto vasco y el convenio navarro). Lo inconcebible es continuar con el goteo de traspasos de competencias a las comunidades autónomas, que hacen inviable gobernar el país.

Y precisamente todo esto es lo que el PP está dispuesto a hacer para echar a Sánchez del poder. Pues para este viaje no necesitábamos alforjas, la verdad.