Barcelona modificará, al fin, la Ordenanza de Circulación, cuyas ¿novedades? entrarán en vigor el próximo 1 de febrero del 2025.

Entre ellas, destaca el aumento de normas para los peligrosos patinetes eléctricos: casco obligatorio, velocidad limitada a 25 kilómetros por hora en los carriles bici y en las vías de 30 kilómetros por hora, y prohibición de circular por vías de 50 kilómetros por hora.

Otra de las prohibiciones para los patinetes (y para las bicis) será la circulación por la acera… otra vez. Si ya son peligrosos por la calzada, pues no son pocos los que se saltan los semáforos (igual que también hay peatones despistados, que no los ven ni los oyen, pues no hacen ruido), más lo son en las áreas peatonales.

Es curioso que, en mayo del 2023, se conoció que Barcelona prohibiría la circulación de bicicletas y patinetes por todas las aceras, salvo excepciones de edad y situaciones justificadas por movilidad reducida. Pues bien... van a tardar dos años en aplicar estas medidas. ¡Dos años en aplicar algo tan aparentemente sencillo!

De hecho, la actual ordenanza (próximamente obsoleta) indica que, “en general, la circulación por la acera no está permitida”, sobre todo “si en la vía por la que se circula hay un carril bici habilitado”.

Pues no son pocos los que pasan de esta normativa, poniendo en peligro a decenas de peatones. Esperemos que la nueva ordenanza implique también un aumento de las sanciones y el cobro efectivo de las multas, aunque, por ahora, la medida se quede aparentemente corta.

Barcelona, hasta que no pase algo, no va a obligar a los usuarios de vehículos de movilidad personal (MVP) a contratar un seguro ni llevar una matrícula. De todos modos, este es un primer paso. Lento, muy lento. Lo de los MVP es insostenible, en líneas generales, en la Barcelona actual.