Tiene razón la Generalitat cuando reclama la total gestión de Rodalies, pero se pierde en las formas. Y la tiene porque el Estado firmó su traspaso en 2010, aunque lo ejecutó a medias, porque incumplió las inversiones aparejadas al cambio de titularidad, cuestión que, más de una década después, todavía no se ha subsanado. Por el contrario, el Govern gestiona desde entonces las tarifas y el servicio. Dicho de otro modo, tiene cierta mano para tratar de corregir los defectos que se empeña en denunciar cada vez que hay una incidencia. Cabe decir que la puntualidad de estos trenes está por encima del 90% aunque, claro, como los usa tanta gente, el mínimo contratiempo se convierte en una odisea para el usuario.
En su última comparecencia, la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, expresó la “preocupación e indignación por las disfunciones, retrasos y averías de Rodalies”, que calificó de “inaceptables”. El vicepresidente de la Generalitat, Jordi Puigneró, suplicó asimismo el traspaso “por respeto a todos los catalanes, a los que se está vulnerando el derecho a la movilidad”. De acuerdo, hay que mejorar ciertas cosas, pero ¿por qué el Ejecutivo autonómico no amplía frecuencias y servicios de Rodalies si tiene potestad para ello? ¿Y por qué si tan disgustado está con Renfe no busca otro operador, que también puede hacerlo? Supongo que es mejor llorar y tener a mano un argumento arrojadizo contra el malvado Estado.
En cierto modo, lo que ocurre en Rodalies es lo mismo que sucede en la AP-7, de titularidad estatal, pero en la que la Generalitat tiene cierto margen de actuación para paliar las consecuencias del levantamiento de los peajes (notable aumento del tráfico y, en consecuencia, de las retenciones y de los accidentes). ¿Por qué le cuesta tanto al Govern tomar la iniciativa en asuntos de movilidad? ¿Por qué no se potencia y mejora el transporte público en las zonas que no están comunicadas por vía férrea? ¿Por qué todos los problemas que se registran en Cataluña en este ámbito son solo culpa de España? Tal vez es que interesa que así sea.