Los tópicos siempre han estado presentes en la información económica española. Considerar la bolsa el termómetro de la economía del país o El Corte Inglés como una referencia comercial eran algunos elementos que se repetían de manera constante durante años y que sirvieron para que una generación aprendiéramos sobre el asunto.
Pero ni la bolsa es lo que era, y por supuesto mide bien poco de la economía productiva, ni el antaño gigante de El Corte Inglés es más que un recuerdo de una cadena de centros comerciales capaz de indicar por dónde iban las cosas en la demanda interna del país.
Si debiéramos utilizar símiles semejantes a los que se usaban tiempo atrás, las inmobiliarias son hoy más fiables para saber por qué lugares transita el ladrillo, y Mercadona o Inditex resultan más ajustadas a la hora de evaluar la marcha del consumo en el país.
Hoy en día, los números de Mercadona son el mejor indicador de la evolución de la economía española
La cadena de supermercados de Juan Roig vendió en 2016 un 4% más que un año antes pese a que sus precios medios descendieron el 1%. Creó 4.000 nuevos empleos, lo que representa casi un 5% adicional a los 75.000 que ya contaba el ejercicio anterior. La marcha de Mercadona es hoy una fotografía más exacta de cómo evoluciona la llamada economía productiva, la que no tiene en consideración complejas operaciones de capital en las que con poco efectivo real se movilizan grandes cantidades de dinero. Un 4% más de ventas es, seguramente, lo que mejoró el consumo interno de los españoles en 2016 y ese 5% de más plantilla tiene mucho que ver con la progresiva mejora de las ratios de empleo del conjunto del país.
Mercadona ha conseguido convertirse en un tiempo récord en una referencia de la distribución en España. Ya factura mucho más que El Corte Inglés y su nivel de penetración en el tejido comercial del país es muy elevado gracias a dos conceptos básicos, la alimentación y la droguería. No tiene negocios allende fronteras porque Roig se ha concentrado siempre en España. El día que salga al exterior ya resultará menos útil, pero hoy sus números son el mejor indicador de la evolución de la economía española.