Este fin de semana, los órganos de gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) dirán que no secundan la investidura de Mariano Rajoy al frente del gobierno español. Los hombres de Pedro Sánchez opinan que el candidato a jefe del Ejecutivo debe llevar a cabo una secuencia de negociación que, cuando se siente con ellos, tenga resueltas algunas cosas.

Los socialistas no facilitarán la investidura hasta saber si Rajoy ha conseguido el apoyo necesario de Ciudadanos y Albert Rivera a su proyecto, vía abstención o voto afirmativo. Para el PSOE resulta necesario que el líder del PP aclare con antelación sus posibilidades para ejercer el poder en la próxima legislatura. Hasta tanto no se despeje esa incógnita, sus dirigentes se atrincheran en el ‘no’ preventivo.

Después del primer intento fallido de investidura habrá un segundo en el que Rajoy podrá aspirar a una abstención de una parte de sus apoyos. En un momento en el que los socialistas y Podemos se disputan un mismo espacio político, el PSOE no quiere pasar a la historia como el partido que facilitó, de entrada y sin intercambio de cromos, que el actual presidente continúe al frente del Gobierno.

Así que este fin de semana lo que sabremos es la argumentación que los órganos de gobierno del PSOE realizarán para presentar ante la opinión pública su negativa. El mensaje, sin ornamentos, ya se lo podemos avanzar: Rajoy, de entrada no, al menos en primera vuelta.