Buena opinión de Antón Costas y su junta directiva desde el Círculo de Economía. Ahora vienen unos días en los que la clase política tendrá la oportunidad de pronunciarse sobre los razonamientos que el foro de opinión barcelonés les ha puesto sobre la mesa. De hecho, la opinión de actualidad, que es como la llaman, es un compendio de reflexiones que casi podría firmar cualquier persona cuerda de este país o con abundante sentido común.
Hay varias razones. La primera es que repasa de manera no minuciosa pero sí precisa lo que le pasa al mundo, y más en concreto a la Unión Europea, a España y a Cataluña. Problemas, inquietudes, retos y barbaridades están recogidas en el documento de marras. La segunda de las argumentaciones es que todas la propuestas y llamamientos a obrar en uno u otro sentido están escritas desde la transversalidad más absoluta, desde un trabajado consenso que lleva a cambiar palabras, conceptos y nomenclatura de forma que todo y todos puedan sentirse representados.
Esa búsqueda del término medio sin eludir la existencia de extremos, esa cuidada persecución de la residencia en la que habita el sentido común han sido uno de los hechos característicos del Círculo de Economía durante décadas, camino de seis ya. Antes, eso sí, los temas tenían más que ver con la evolución de los tipos de interés, la integración económica en Europa, la internacionalización del tejido productivo, la innovación, la moneda única... Vamos, que se hablaba más, y principalmente, de economía, también desde el consenso y el sosiego de un escenario siempre marinero en el que los políticos eran invitados para hablar de números y no de letras.
Una singularidad que no debe perder, porque con independencia de que algún coleta populista cargue contra el documento presentado ayer o algún exaltado indepe piense que va contra sus postulados, lo cierto es que la opinión de universitarios, directivos, empresarios, políticos y demás fauna del Círculo de Economía convenientemente disuelta en una solución común es de lo más sensato que hemos visto en política desde hace ya muchos meses.
Así que ánimo con las jornadas y le sugiero a Costas y a su equipo que antes de dejar el cargo piensen en el nombre de la cosa. Igual no debe dejar de ser el Círculo de Economía, pero a la vista de lo acontecido en los últimos tiempos y de los años que nos vienen, que le añadan "y Política". Así nadie les dirá que se meten donde no les llaman. Felices jornadas, señores.