En los últimos años la combinación de recortes y crisis económica ha tenido como consecuencia una grave emergencia social en Cataluña. La pobreza ha alcanzado el récord de los últimos 15 años, situándose en el 21,3%. Hay 350.000 personas en situación de pobreza severa. Somos la comunidad con las listas de espera sanitarias más largas. Más de 36.000 personas han muerto esperando la prestación de dependencia.

Sin embargo, el centro del debate político gira siempre en torno al procés. La emergencia social no motiva cumbres ni ruedas de prensa anunciando medidas de choque para paliar situaciones que se encuentran al límite. Tampoco grandes espacios en nuestros medios de comunicación públicos que, día tras día, año tras año, siempre hablan de lo mismo.

Tenemos un programa, Preguntes freqüents (FAQS), que según su propia definición, analiza la actualidad informativa y las preocupaciones de los y las catalanas. Lo hace cada sábado por la noche durante casi cuatro horas en TV3. ¿Cuánto tiempo ha dedicado desde que comenzó a emitirse en septiembre de 2017 a estas cuestiones? ¿La emergencia social no preocupa a los y las catalanas? ¿Y el Tot es mou? Este último se define como un magazín de actualidad que “da voz a los protagonistas del momento”. Pero éstos no son nunca las personas vulnerables, los médicos de atención primaria, los profesionales de servicios sociales que están al límite.

En Cataluña, la red de atención llega sólo a una de cada diez mujeres que se estima son víctimas de violencia machista ¿Alguien ha escuchado este dato en TV3? Con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia de Género, vimos piezas y entrevistas sobre esta lacra, pero ninguna sobre el hecho que casi no estamos invirtiendo recursos para combatirla. ¿Declaraciones de psicólogas de los servicios que tienen listas de espera de meses para atender a las víctimas? ¿O de las mujeres que necesitan desesperadamente una respuesta habitacional y no la reciben? En 2018, sólo 103 mujeres que necesitaban alejarse de su agresor pudieron acceder a una vivienda ¿Qué opinan las que se les deniega un derecho básico?

La justificación cada vez que se pregunta por esto a los responsables de la CCMA son los “criterios profesionales” que rigen la selección de las informaciones y determinan su relevancia. Criterios que siempre priorizan el último anuncio de los guionistas del procés o las declaraciones de sus dirigentes que, en realidad, son casi siempre más de lo mismo.

¿Por qué los criterios profesionales nunca consideran que nuestra emergencia habitacional o la situación de las personas afectadas por la pobreza severa deberían estar al menos entre las principales noticias de nuestros telediarios y de los programas que abordan la actualidad informativa? ¿Por qué no es relevante? En marzo, Sense ficció emitía un documental titulado Vidas truncadas. Historias de impunidad sobre los excesos policiales que destrozan vidas. Las del 21,3% de ciudadanos y ciudadanas catalanas que no pueden satisfacer sus necesidades básicas también están truncadas y merecen documentales.

Tenemos dos programas, 30 Minuts y Sense ficció, que deberían estar profundizando en estas problemáticas, pero si hacemos un repaso de los últimos dos años vemos que lo hacen de forma muy ocasional. Advertimos también que cuando abordan la crisis política en Cataluña siempre es bajo un mismo prisma.

En el caso de Sense ficció, el Consell de l'Audiovisual de Catalunya, el CAC, ha advertido en dos ocasiones en los últimos años que no puede seguir emitiendo los llamados “documentales de autor” a favor de las tesis independentistas sin emitir también otros con puntos de vista diferentes que equilibren. La primera vez fue en julio de 2013, a raíz de la emisión de Hola Europa. El CAC dictaminó entonces que la televisión pública podía emitir este tipo de contenidos siempre que hiciera lo mismo con otros distintos para que el principio de pluralismo se cumpliera en un periodo de tiempo más amplio que el propio programa. En marzo de 2018, a raíz del documental 1-O, volvió a emitir un acuerdo en el mismo sentido en el que reiteraba a TV3 que era "indispensable" que los documentales de autor respondieran a más de un punto de vista ofreciendo diferentes posicionamientos de la sociedad.

Entre Hola Europa y el 1-O, pero también después, TV3 ha emitido otros documentales de autor, como el especial Sense Ficció '20-S', pero siempre con el mismo punto de vista: el de las personas partidarias de la independencia.

La explicación que ha dado la presidenta de la CCMA, Núria Llorach, es que en más de seis años no han encontrado producciones de calidad disponibles en el mercado que sean discrepantes a las tesis independentistas. Apela en su respuesta a la misión de servicio público que tiene TV3 que, según su peculiar argumentación, tiene que estar por encima de las recomendaciones del CAC, que es el organismo encargado de controlar que los contenidos de nuestra televisión pública se ajusten a criterios de pluralidad e imparcialidad.

Cuesta pensar que desde 2013 sólo se producen documentales en un mismo sentido. Que todas las productoras externas están alineadas ideológicamente de una forma uniforme a favor de unas tesis que sirven además de excusa para que todo lo demás que sucede en Cataluña quede cubierto por una sábana que impide que miremos de frente a problemas lacerantes que deberían formar parte de las prioridades políticas de cualquier Gobierno catalán, sea partidario de la independencia o no lo sea.