Hola, amigos, me llamo Pablo Iglesias y soy de traca. Hasta no hace mucho, yo era leninista y bolivariano, pero ahora me he hecho socialdemócrata y hasta me he sacado de la coleta que Marx y Engels también lo eran. ¡Y ha colado entre mis fans! Como los tengo todo el día viendo Juego de tronos --mi principal fuente de inspiración política, pues transcurre en un pasado indeterminado y en unos países imaginarios--, no les queda tiempo para leer y llevarme la contraria. Cosa que, por otra parte, no harían nunca, ya que yo en esto soy como Mariano Rajoy: no tengo votantes, ¡tengo hooligans!
Como ya sabréis, además de socialdemócrata, también me he hecho patriota español; menos en Cataluña, que por allí son muy tiquismiquis con lo de la patria
Daba gusto verlos reunidos el otro día en Barcelona, junto al Arco de Triunfo (que es por donde me voy a pasar lo del dret a decidir en cuanto pille cacho parlamentario), con su bandera republicana, no la vigente, que la diseñó Franco con sus manitas (si cuela, cuela), y aplaudiendo todo lo que les decía. Tuve que volver a morrearme con el bueno de Domènech porque a mi público le encanta (es mi versión de los bailes de Iceta) y porque a los heterosexuales progresistas e hirsutos nos gusta frotarnos el bigote.
Como ya sabréis, además de socialdemócrata, también me he hecho patriota español; menos en Cataluña, que por allí son muy tiquismiquis con lo de la patria y no es cuestión de renunciar a los votos que me consiguen el besucón y su amiga Ada Colau, que es casi tan de traca como yo y algo me dice que va a acabar causándome algún problemilla: si yo pierdo el culo por llegar a presidente, de esa ya ni os cuento, aunque su estilo pasivo-agresivo no se puede comparar con mi natural campechano y seductor, gracias al cual puedo decir un día una cosa y al siguiente la contraria y todo el mundo celebra mi peculiar sentido de la coherencia.
En la línea de todos los grandes socialdemócratas que me han precedido --de Lenin a Maduro, pasando por Mao, Stalin y el incomprendido Pol Pot--, como llegue a presidente, vais a ir todos más tiesos que un palo, pero será por vuestro bien. Estáis tan hartos de que los partidos tradicionales os engañen, os roben y se os caguen encima, que aspiráis a una nueva política, pero nada de votar al Naranjito, ¿eh?, que ese es un falangista mentiroso que va por ahí diciendo que es socialdemócrata cuando solo es un títere del Ibex 35. Aquí el único socialdemócrata soy yo. De momento. Y si me transformo en otra cosa, tranquilos, que seréis los primeros en saberlo. ¡Votadme, amigos, si queréis que en España vuelva a amanecer!