Como solucionar el problema de los narcopisos y mantener el civismo en Barcelona son tareas complicadas e ingratas, Ada Colau se dedica a enmendarle la plana al callejero. Primero le quitó la calle al almirante Cervera --un facha, según la Ignorante en Jefe-- para dársela a un cómico tan popular como oportunista, aquel profesional del progresismo sin riesgo que fue Pepe Rubianes. Luego le quitó al rey emérito la plazuela en la esquina de la Diagonal con el Paseo de Gracia. Ahora acaba de sustituir la avenida de Borbón por la dels quinze, mientras le va dando vueltas a la brillante idea de rebautizar alguna plaza de la ciudad como del 1 de Octubre, para celebrar como Dios manda el día en que unos cuantos catalanes fueron molidos a palos por la Policía Nacional por participar en un referéndum ilegal. Así es Ada: siempre haciendo amigos entre los estamentos más lamentables de la ciudad que se supone que dirige. ¿Para cuándo la avenida de los CDR?

Como es muy propensa a dar una de cal y otra de arena, la señora Colau ha apartado del tema de los manteros a quien se suponía que se encargaba del asunto, Tatiana Guerrero, sobre la que hay fundadas sospechas de que era quien llamaba al jefe de los manteros para que ahuecaran el ala porque estaba a punto de aparecer la Guardia Urbana enviada por el ayuntamiento para el que ella trabaja en condición eventual (tras haber sido colocada a dedo por su novio, el tercer teniente de alcalde Eloi Badia, toda una lumbrera que no desentona en el dream team de la Activista en Jefe). Puede que Barcelona en Comú no sea gran cosa como asociación política, pero como agencia de colocación para maridos, novios, novias y amigos es insuperable. ¡Cómo se nota que son gente con sentimientos! Si hasta la alcaldesa tiene a su marido, Adrià Alemany, respirándole en el cogote, aunque sin dar la cara, desde las sombras.

Fuera de las sombras y cara al sol, se da un nepotismo desacomplejado con ejemplos a cascoporro: Gerardo Pisarello colocó a su mujer, Vanesa Valiño; Josep Maria Montaner a su significant other, Zaida Muixí: Janet Sanz a su novio, David Cid, quien antes había salido con Laia Ortiz, que se lleva tan mal con Sanz como Mónica Hoyos con Miriam Saavedra, la ex mujer y la ex novia del presentador televisivo Carlos Lozano. O sea, que tenemos un elenco municipal que daría para un reality show de campanillas en Betevé.

No es que Ada & The Pisarellos inventen nada, por otra parte, ya que esta actitud es clásica en la política de toda la vida: se practica en el PP y en el PSOE y en cualquier partido tradicional. Lo que da un poco de grima es que los representantes de la mal llamada nueva política hagan exactamente lo mismo que los politicastros de siempre: asegurarle un sueldo al cónyuge a costa del erario público. Quiero creer que lo han hecho a su pesar, tras llegar a la conclusión objetiva de que no había nadie más calificado para el curro que su churri. Es lo que dijo Felip Puig cuando colocó a su hermano al frente del servicio de meteorología de Cataluña. En ese momento, a casi todos nos dio la risa floja. Y ahora también nos la daría, caso de escuchar tan peregrina explicación.