El ministro ruso de Transportes es cesado. 24 horas después aparece muerto en su coche de un tiro. La versión oficial es el suicido. Es que Putin es Putin. Donald Trump dice que la tragedia de Texas no se podía haber evitado. Los recortes dejaron sin muchos meteorólogos y muchas mediciones dejaron de hacerse. Ha tardado varios días en acudir a Texas ocupado como estaba en el lanzamiento de una colonia para hombres, muy hombres, y mujeres, sutilmente femeninas. Es una oportunidad única. La colonia está envasada en una estatuilla similar a los Oscar con la cara de Trump. ¡Todo un lujo!
La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, está empeñada en decir que vivimos en un país chavista y estaría encantada de ver al presidente Sánchez en chandal. En su antología de la chorrada no quiere ver como el Zendal, su hospital de referencia, se cae a trozos. Eso sí que es de República Bolivariana. Aznar va más allá y quiere meter a Sánchez en la cárcel. Aún se acuerda de cuando él quería hacer lo propio con Felipe. El que no se acuerda es Felipe que baila el agua a la derecha sin ningún tipo de rubor. ¡Ah! Y el presidente Aznar es capaz de poner en cuestión la capacidad de gestión de personal de Sánchez. De eso sabe mucho porque él nombró a Jaume Matas, Álvarez Cascos, Eduardo Zaplana, Ángel Acebes y Rodrigo Rato. Por si acaso acusa a Sánchez de mentir. Lo dice él, el gran mentiroso del 11-M. Y todavía no ha pedido perdón. Tampoco Feijóo que acusa a Sánchez de todo cuando siempre calló con la corrupción en el PP y se iba de vacaciones con un narcotraficante.
Vox se pone estupendo y pide una deportación masiva de siete y ocho millones de inmigrantes. Pero,
ojo, solo de aquellos que no se adapten a la blanca, heterosexual y muy, pero que muy, católica España. Se expulsarían incluso a aquellos que fueran españoles. Es lo que tiene ser un pata negra del imperio. No cuentan quién trabajaría en esas labores que solo hacen los inmigrantes, con salarios de miseria y muchas veces en negro, que los españoles se niegan a hacer. Patético fue también Abascal acusando de antidemócrata a Sánchez. Lo dice el líder de un partido autoritario que defiende la dictadura de Franco.
España tiene tradición en eso. Que se lo pregunten a los sefardíes. Fueron expulsados por los mismos motivos que ahora la ultraderecha expone. Y en eso, llega Netanyahu y propone al Nobel de la Paz al mismísimo Trump. Excusa para la propuesta su valentía para bombardear a Trump. No dice nada de la limpieza étnica en Gaza. Ahora los encerrarán en modo gueto en Rafah, que dicen que será una ciudad segura. Más bien un calabozo. Los que fueron víctimas ahora son verdugos y se les ríen las gracias.
Milei sigue con su motosierra erigiéndose en líder del insulto y la estupidez. Petro en Colombia gestiona un complot, casos de corrupción y dimisiones en su gobierno, un caos con todas las letras. Meloni construye un centro de acogida de inmigrantes que ha costado una pasta y sigue vacío. Bukele sigue imponiendo seguridad a cambio de sumisión y libertad. Es un decir. En su mandato han sido asesinadas 5688 personas y han desaparecido 2548. Trump sigue jugando al gato y al ratón con los aranceles, tiene a medio mundo en vilo y la economía está al borde del precipicio estudiando si da un paso al frente. Y, para rubricar, para conquistar el centro político, Feijóo ha puesto de comandante al moderado Miguel Tellado. El PP lleva tanto tiempo buscando el centro que van a superar los hitos de la historia interminable. Con Tellado seguro que superará todo lo imaginable. A su lado, Santiago Abascal es poco menos que un corderito. El tal Tellado pidió explicaciones sobre la continuidad del machista Salazar en Moncloa. Fue cesado de forma fulminante. El alcalde de Algeciras sigue de alcalde con una denuncia de acoso sexual y un consejero gallego estuvo en el cargo varias semanas tras una denuncia que su partido tapó. Olé coherencia.
Este es el mundo que nos ha tocado vivir. Ya no se buscan puntos de encuentro sino que se jalea el
matonismo y el odio. Las redes sociales que vinieron para darnos un soplo de libertad se han convertido en un vertedero de los más bajos instintos. La solidaridad ha sido sustituida por la tribu y la democracia por los autócratas. La discrepancia no existe y si existe es eliminada. Estamos liderados por Trump, Putin, Xi Jinping y una ristra de secuaces. Europa ha perdido su liderazgo y estamos a su merced política y económicamente, y aquella sólida sociedad del bienestar cae como un castillo de naipes lo que hace crecer a huestes furibundas que ansían la mano dura. Lo tenemos mal. Soy pesimista. La solución no está al caer. Lo que sí puede caer es algo mucho peor y que todo salte por los aires. Malos tiempos para la convivencia. El panorama es desolador y vivimos en un mundo al revés.