El grupo Serhs, de Pineda de Mar, capitaneado por Jordi Bagó Mons, está al borde del precipicio. Se mantiene con respiración asistida gracias al reiterado apoyo que viene recibiendo de la banca. Esta ha accedido a realizar desde 2016 nada menos que seis renovaciones de la gruesa deuda que arrastra. Ahora anda metida en la séptima. Sin el respaldo de las intermediarias de la pasta, Serhs se habría desmoronado hace tiempo como un castillo de naipes.
Las financiadoras, que nunca fueron unas hermanitas de la caridad, han asegurado el cobro de las cantidades que acreditan mediante un rosario de garantías y la pignoración de todos los activos de Serhs habidos y por haber.
El armazón ortopédico que mantiene en pie el tinglado es de tal calibre que la entidad ha dejado de pertenecer a sus socios y en última instancia depende de los acreedores que le facilitaron los fondos para evitar su desplome.
Conviene subrayar que los auxilios bancarios no son los únicos que Bagó recibe. Ante el grave deterioro de sus negocios por el Covid, pide ayuda urgente al Gobierno de Pedro Sánchez. Este, por medio de la Sepi, le otorga 34 millones, repartidos entre un préstamo participativo y otro ordinario.
El balance consolidado de 2023, que Serhs acaba de dar a la luz, revela las dimensiones oceánicas de su desequilibrio patrimonial. Contabiliza unos recursos propios negativos de 24 millones y las deudas totales alcanzan los 144 millones.
A la vista de semejantes guarismos, no hay que ser un lince para concluir que las constantes vitales de Serhs se hallan a un paso del apagón.
El conglomerado emplea a 2.200 trabajadores. Se dedica a la distribución de alimentos a la hostelería y a colectividades, así como a la explotación de hoteles.
En este renglón posee dos establecimientos en Barcelona, titulados Rivoli Rambla y Port; tres rurales, Vilar de Sant Hilari, Vilar d’Arnes y Vilar de Cardona; más dos alojamientos en Brasil.
Serhs es el acrónimo de Serveis Mancomunats d’Hostaleria i Similars. Nace en 1975 como una cooperativa, bajo el impulso entre otros, de Ramon Bagó Agulló. Es un convergente de primera hora, amigo de Jordi Pujol y reconvertido en separatista acérrimo.
Gracias a sus contactos, simultanea tan campante los cargos privados y los públicos, en un incestuoso revoltijo que le genera no pocas polémicas. Por fortuna para él, siempre sale bien librado de los lances judiciales.
En 1979 es nombrado alcalde de Calella, su pueblo natal. Se le renueva en el mandato en sucesivas elecciones y perdura en la poltrona hasta 1991.
En el periodo 1980-1984 ejerce de director general de Turismo, a las órdenes del consejero Francesc Sanuy.
Asimismo se enchufa durante veinte años al Consorci Hospitalari de Catalunya, que preside entre 1987 y 1991.
GRUP SERHS (millones de €)
Año | Ingresos | Resultado |
2023 | 180 | -0,16 |
2022 | 152 | -0,61 |
2021 | 122 | -13,4 |
2020 | 140 | -20,3 |
2019 | 255 | 0,68 |
2018 | 400 | -6,8 |
Serhs capta opíparos contratos oficiales para suministrar comida a centros escolares, hospitales, residencias geriátricas y prisiones, todos ellos subsidiarios del Govern.
También recibe innumerables adjudicaciones a dedo, por valores inferiores a los 12.000 euros, que le ahorran el latoso trámite de pasar por un concurso.
En muchos de esos trasiegos, el político-empresario sienta sus posaderas a ambos lados de la mesa de negociaciones, en un calco del chusco Juan Palomo. Fallece en 2018. Le sucede su hijo y “hereu” Jordi, de ínfulas separatistas tan agudas o más que las de su progenitor.
Desde que este toma el mando, Serhs va de mal en peor. Salvo 2019, los restantes ejercicios se saldan con gruesas pérdidas, que totalizan un importe acumulado superior a los 40 millones.
Cuando el vástago se catapulta a la presidencia ejecutiva, el grupo luce una robusta capitalización de 64 millones. Siete años después está sumido en un agujero negro sideral de muy incierta salida.