El viernes concluyó el segundo II Foro BCN Desperta! , organizado en el Palau Macaya por Crónica Global, Metrópoli y El Español. El selecto elenco de participantes y la concurrida audiencia que siguió las sesiones erigen el foro en uno de los más conspicuos del mundo corporativo de Cataluña.
Sus tres intensas jornadas significan en particular un sonoro aldabonazo sobre las perspectivas económicas que se avizoran para estos territorios.
Los setenta líderes del ámbito de la política, la empresa, la abogacía y la cultura que participaron en las mesas y charlas, se explayaron sobre la actualidad de sus respectivos sectores.
A la vez, alumbraron un arsenal de propuestas para mejorar la vida de los ciudadanos. A su juicio, tres factores capitales definirán el futuro: la competitividad, la digitalización y la inteligencia artificial.
Los mensajes que transmitieron los ponentes son esperanzadores e invitan al optimismo, tras los doce años de la decadente y siniestra etapa del Procés.
El cambio de ciclo político acaecido en Cataluña trae consigo una palabra mágica que resonó en las estancias del Macaya: estabilidad.
Las tareas que habrán de afrontarse en el futuro son apasionantes. Ahí está, por ejemplo, la tanta veces dilatada ampliación del aeropuerto de El Prat, que posibilite ganar más vuelos transoceánicos y de mayor frecuencia. Es ineluctable que la infraestructura alcance en breve su máxima capacidad y a partir de entonces los colapsos estarán a la orden del día.
Es de recordar que hace justo tres años el Govern liderado por el inefable Pere Aragonès se opuso frontalmente a las inversiones que planeaba Aena, cifradas en la enorme suma de 1.700 millones.
El Ejecutivo de Salvador Illa se muestra ahora predispuesto a que las obras se emprendan sin más demora. En cualquier caso, cuando su ejecución arranque requerirá no menos de doce años.
Otro asunto que urge abordar es el del agua potable. Según los expertos, los periodos de sequías irán a más en el curso de los próximos años. Al margen de las costosas plantas desaladoras, la solución pasa por regenerar el agua utilizada.
Asimismo, salieron a colación las insufribles incidencias que registran las líneas ferroviarias de cercanías. Son la secuela directa de haber dedicado durante dos décadas el grueso apabullante de las inversiones a la alta velocidad y solo un minúsculo 11% al entramado de corta y media distancia.
Los trabajos y la renovación de la flota de trenes llevarán tiempo. Además, ocasionarán cortes de tráfico y varios problemas adicionales. Tanto si el Gobierno traspasa la red a la Generalitat como si no, la mejora del servicio no se empezará a notar hasta dentro de tres años.
Otra cuestión irresoluble a corto y medio plazo es el formidable incremento del coste de la vivienda, ya sea de compra o de alquiler. Las administraciones carecen de recursos para construir los millares de pisos de protección oficial que se necesitan. Por eso, es ineludible que liberen suelo público a marchas forzadas y practiquen una cooperación estrecha y alineada con el sector privado.
A todas luces ha quedado claro que la sarta de regulaciones restrictivas e intervencionistas promulgadas a tontas y a locas los últimos años no ha resuelto nada, sino que por el contrario ha agravado la situación hasta extremos demenciales.
En resumen, durante el BCN Desperta! se han puesto sobre la mesa múltiples propuestas que, si se realizan, coadyuvarán a la mejora del bienestar popular y el progreso de las empresas.
Las demandas formuladas implican de lleno a los poderes políticos, pues en sus manos está eliminar trabas y dar mayores márgenes a la libertad del mercado. De ese modo se sentarán las bases para que la iniciativa privada brote con brío recrecido.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que rubricó con broche de oro las tres jornadas de debate, se comprometió a acompañar a los empresarios para que sigan creando prosperidad y empleo. “El despertar de Cataluña –dijo– debe suponer la recuperación del liderazgo económico en el conjunto de España”.
Sus palabras sonaron al auditorio prometedoras. Si sale adelante, aunque sea solo una parte de las ideas que se lanzaron en el BCN Desperta!, se habrá logrado el viraje pletórico de buenos augurios que una buena parte de la opinión ya atisba en el horizonte.