Hace unos días me dieron el premio Gaudí Gresol a la Notoriedad y Excelencia en Tecnología e Innovación, lo que para mí era muy emotivo y un honor muy grande. Por un breve momento, al iniciar el discurso me quedé sin palabras, completamente en blanco. He dado muchas conferencias y he aprendido que cuando mi mente se queda sin datos, debo recurrir a la parte emocional y así las palabras fluyen de manera natural, justamente al revés que las inteligencias artificiales (IA) como ChatGPTEl ChatGPT actúa con comandos (prompts) para generar respuestas o tareas en base a datos con un lenguaje, que no pensamiento, natural. Con millones de ejemplos de texto proporcionados durante su entrenamiento que seguimos haciendo entre todos, este sistema puede comprender preguntas y ofrecer respuestas coherentes y convincentes.

En las carreras STEM o, como decimos los que somos del siglo pasado, "de ciencias", se enseñan muchas cosas, pero no cómo comunicarnos y menos en público. Hace años que una de mis aficiones es recopilar discursos que han influenciado la historia de la humanidad. Los del Estado de la nación de Estados Unidos, los Nobel, los de la ONU o incluso los de la Comisión, etc. Con los discursos se aprende que es tan importante lo que dices, cómo lo dices, cuando lo dices y sobre todo la emocionalidad que despiertas.

La globalización e internet han democratizado la capacidad de influencia mediante la comunicación que ha pasado del pulpito a las redes, del discurso al post o tweet y de la palabra al video. Los del siglo pasado somos textuales, no visuales, por eso nos va más Linkedin o Twitter que Instagram o Tiktok. Justo al revés que mis hijos que son nativos digitales, además de la generación de la pandemia, y que, para ellos, es más fácil crear cualquier avatar, reel o incluso un entorno en 3D en Roblox que escribir dos frases seguidas.

Llevo varios meses curioseando las aplicaciones basadas en IA relacionadas con la comunicación y realmente hay para todos los gustos y niveles. Muchas de ellas combinan texto con imágenes o audio en milisegundos así que ríete del copiar y pegar que esto es otra liga. Pasar de texto a video, cambiar de idioma o escribir un artículo es casi instantáneo y se ha democratizado con acceso fácil y barato para que sigamos entrenando las IAs con más datos. No hace falta saber ni edición de video ni audio ni programar ni tan siquiera casi escribir. Lo que si hay que saber es que lo que dicen ni lo entienden ni tiene que ser verdad ni sabemos las fuentes y por tanto cuidado con nuestros datos, los derechos de autor o la desinformación. Más que fastfood sería fastcomms para todos los públicos. Personalmente me gusta utilizarlas, aunque sean solo una herramienta más.

En pocos meses, me he acostumbrado a usar algunas de ellas como LuZIA, una IA instalada en mi WhatsApp con la que transcribo mensajes de audio o traduzco y que me ayudan en mi día a día o Speechify que lee textos con voz de famosos en el idioma que quieras lo que permite la accesibilidad a personas ciegas por ejemplo o enfermas o a todos en un lenguaje universal. Esta es la revolución de la accesibilidad y por eso, yo antes muerta que sin ChatGPT.

Uno de los mejores discursos que he oído fue el de Barack Obama en Palo Alto en abril de 2022 sobre tecnología y democracia. Obama es un gran narrador y alertaba de los riesgos de la tecnología para la democracia y concluía “La letra escrita a mano era una herramienta. La televisión es una herramienta. Internet es una herramienta. Las redes sociales son una herramienta. Al final del día, las herramientas no nos controlan. Nosotros las controlamos, y podemos rehacerlas. Depende de cada uno de nosotros decidir qué valoramos y luego usar las herramientas que se nos han dado para promover esos valores".

Las posibilidades de las aplicaciones de todo tipo de IA y de otras tecnologías como el quantum son brutales, pero solo si se utilizan como una herramienta y con esos valores y para eso hay que conocerlas y saber cómo, en que manos están y para que se utilizan. Eso dije al final de mi discurso, es sencillo y muy difícil a la vez "El mayor acuerdo actual para el bien de la humanidad sería que la tecnología solo se utilice para el bien de las personas”. Ojalá algún día sea este el que apruebe en la ONU.

PD: En la era del humanismo tecnológico, cuidado con los tóxicos, troyanos y trolls y rodearos SINERGENTES que siempre suman aptitudes, equipo y valores.