La respuesta de Isabel Díaz Ayuso al decreto del Gobierno español para reducir el consumo energético ha originado una sonora polémica. El apresurado paquete de medidas gubernamentales es discutible y mejorable, pero la argumentación de la presidenta de la Comunidad de Madrid resulta inaudita. En un escueto mensaje señala que apagar las luces espanta al turismo y al consumo, provoca oscuridad, pobreza y tristeza. En resumen, según la presidenta “Madrid no se apaga”.
Es difícil imaginar una respuesta más simplona y oportunista en un momento de extrema complejidad en toda Europa; una muestra paradigmática de populismo nacionalista por parte de una de las personas más influyentes en el Partido Popular. Ante ello, me surgen tres preguntas.
Así, acerca de la presidenta, me cuestiono si estos mensajes breves y contundentes son lo que alcanza a hilvanar o si responden a una elaborada estrategia de comunicación. En ambos casos, resulta muy preocupante, pues nos referimos a una dirigente determinante en el partido que puede volver a gobernar España.
Precisamente, acerca del partido parecía que con Alberto Núñez Feijóo, los populares apostaban por un discurso centrista, moderado y alejado de todo radicalismo; una nueva orientación que favoreció la contundente victoria en Andalucía y el auge en las encuestas. Sin embargo, tras haberse mostrado inicialmente favorable a medidas similares a las aprobadas por el Gobierno español, con el paso de los días ha ido cediendo al mensaje implacable de Isabel Díaz Ayuso.
Finalmente, me vuelve a sorprender buena parte de esa ilustrada y acomodada clase madrileña, que se autoubica en la mejor tradición liberal. Puedo entender sus profundas desavenencias con el Gobierno de Pedro Sánchez, pero me resulta sorprendente su entrega acrítica al contenido programático y fervor dialéctico de la presidenta de su comunidad.
Si por la iluminación de unos escaparates y monumentos públicos se arma este zafarrancho, mejor ni imaginar lo que puede suceder si las cosas se complican. Estamos en agosto. Buenas vacaciones.