¿A qué dedica su tiempo el ministro de Consumo? Si el CIS de Tezanos lanzara a la población una pregunta sobre el nivel de conocimiento de las funciones del Ministerio de Consumo, entendiendo que 1 es ningún conocimiento y 5 es conocimiento total, probablemente la respuesta de la población sería -20. Aun así, su ministro nos ofrece algunas perlas cada cierto tiempo que uno debe tomar en consideración por absurdas que parezcan. La última, la del consumo de carne.
La agenda ideológica del ala comunista del Gobierno se lleva imponiendo en el ejecutivo desde el principio de la legislatura. A priori, el consumo de carne debería estar exento de ideologías, pero en los tiempos que corren, parece que la Internacional Moralista (antiguamente llamada Comunista) no cesa en lanzar globos sonda a la sociedad (función del Ministerio de Consumo, así como también el de Igualdad y el de Asuntos Sociales y Agenda 2030) para crear ya no un debate, sino una idea de lo que está bien y lo que está mal para el ciudadano de a pie.
Enterrada desde hace décadas la “lucha de clases”, la nueva Internacional Comunista/Moralista entendió que la “lucha de géneros” era la versión 2.0 de aquello por lo que habían luchado en el pasado. Luchar por la igualdad de derechos entre sexos sonaba demasiado liberal, no quedaba otro remedio que ideologizar la cuestión del género. Y en esa lucha, que empezó con globos sonda hará algo más de una década, nos encontramos inmersos en la actualidad en un entorno que huye del debate y que obliga al posicionamiento de la sociedad hacia una postura por no ser etiquetado como fascista si uno opina lo contrario.
Para muestra un botón, Izquierda Unida (formación que lidera precisamente Garzón) expulsó en 2020 de sus filas al Partido Feminista de España por oponerse a la previamente sondeada y actualmente gestante “ley trans”. El Partido Feminista consideraba que la propuesta de ley pisoteaba gran parte del propósito y lucha feminista que se estaba llevando a cabo y que eso conllevaba una “invisibilización de la lucha feminista”, ya que los géneros hombre-mujer pasaban a ser cosa del pasado por culpa de una ideología de género que había sido absorbida por intereses ajenos al feminismo. Lo que se podría haber resuelto mediante el debate y posterior consenso, se resolvió con la expulsión del partido por “mantener posiciones contrarias a las aprobadas en los órganos de IU”. La purga. O estás con nosotros y con el bien o eres un enemigo de la moral. De la noche a la mañana pasaron de ser consideradas feministas a ser fachas a pesar de ser un referente de la lucha por la igualdad de géneros en España y en IU.
A Garzón se le debe tomar completamente en serio porque cumple a la perfección su función de altavoz de globos sonda. Posteriormente vendrá la propaganda y el argumentario que conlleve a la sociedad a tomar un posicionamiento sobre lo que es políticamente correcto ser, decir y quizá ahora, comer.
Tal vez, el peor de los síntomas sean las palabras de Pedro Sánchez admitiendo su preferencia por el “chuletón al punto”. Previamente dijo que no pactaría la legislatura con los partidos independentistas, y pactó. Dijo que no dormiría por las noches si tuviese a Podemos en el Gobierno, y Podemos entró. Y finalmente dijo que no habría indultos, e indultó.
Quizá habrá que ir haciendo acopio de ternera al supermercado si después del lanzamiento público de su idea, el consumo alimentario se convierte en cuestión ideológica.