Ramon Tremosa, atleta de caminata montserratina, se apunta al fitness. El consejero de Empresa y profesor de Teoría Económica de la cátedra de Joan Hortalà salva la cadena de gimnasios DIR, de Ramon Canela, ex pareja de la diputada de Junts, Pilar Calvo, la sustituta de Laura Borràs en el Congreso. Enchufe trifásico: Avançsa, la empresa pública gestionada por el departamento de Empresa, le suelta 2,6 millones de euros a DIR, lo que equivale al 30% del dinero disponible para financiar al sector servicios. ¡Trampa! Los amiguetes del procés se lo montan y el resto a buscarse la vida. Es una muestra del género Pulp, que practican Tremosa y Canela.
¡Hay trato de favor! Gritan los comuns, a los que por fin se les oye. La red de gimnasios DIR está bajo el paraguas de una fundación que presidió Marta Ferrusola hasta el 2015 y en la actualidad, la gestión del grupo depende de la holding Centre d’Activitats Físiques SA, en la que Joaquim Triadú desempeña la vicepresidencia. Triadú, que dejó la política en 2011 para integrarse en el Bufete Garrigues, fue secretario general de Presidència en la penúltima etapa de Jordi Pujol. Mientras la hostelería está en las últimas, a esta colla pessigolla de Cantonigròs y Queralbs se le ve el plumero. El sector turístico considera un sarcasmo las ayudas “totalmente insuficientes” destinada por la Generalitat para mantener a flote los negocios; la gente se encabrita con razón cuando el poder sitúa el foco de la política industrial catalana en el rescate de los gimnasios DIR, que controlan una red de franquicias de 50 centros y 100.000 socios.
No hace tanto que Tremosa nos confesó su intención de coordinar la acción de su Departamento con las empresas catalanas que facturan más de mil millones de euros. Todo un logro del que no sabemos nada. Mientras los Next Generation de Bruselas avanzan en muchos puntos de España, la Generalitat mantiene su necia conjura de brazos caídos. Por lo visto, nada ha cambiado: nadie se mueve hasta que los Pujol se mueven. El bazukita financiero de salvación ha ido a la red de gimnasios del que es accionista minoritario Josep Pujol Ferrusola, a través de la sociedad MT Tahat SL. Y lo cierto es que cada vez que sale a la luz el consultor de la Familia --como ocurrió con los avales del Barça-- las cosas se arreglan como por ensalmo. Josep siempre representa a la minoría. ¿Será que en los DIR la mayoría es puramente formal? o ¿será que Canela es en parte un testaferro de los Pujol?
Los Pujol aprendieron a conjugar la política con el deporte, tratando de imitar burdamente la Mancomunitat de Prat de la Riba, pero apostando firmes en sus principios: llegado el momento, el negocio es lo primero. La antigua CDC nombró a Ramon Canela como Secretario del Deporte y le consiguió un empleo en los DIR a Anna Vidal Maragall, esposa de Oriol Pujol Ferrusola, el sucesor del virrey, retirado de lo público por el escándalo de las ITV. La Familia se enfangó en la red de gimnasios hasta el punto de colocar en su cima a la mama grande. Llevan años haciendo dinero con las delicias de la musculación de los adictos al espejo y espoleando el ritmo de las matronas a la hora de quemar las calorías del farcellet dominguero. El DIR no puede morir y salvar su derrière exige unos glúteos respingones.
El ridículo de Tremosa
Los 2,6 millones que han ido a parar a la caja de los gimnasios tienen la condición de un crédito. Si la empresa no devuelve el préstamo, habrá una quita en favor de la Generalitat y todo quedará en casa. El ridículo que está haciendo el consejero Tremosa es atómico. El profesor, que ya dejó una estela de despropósitos en el Parlamento Europeo, obedece a los Pujol, cómodamente instalados a la sombra del below the line y dirigiendo el destino del dinero público, por delante de las barbas de Pere Aragonès.
La complicidad del presidenciable de ERC con el ventajismo neoconvergente resulta lamentable. Ya sabemos que Esquerra nunca ha sido un partido de cuadros y que acaso su mejor cualidad sea la de atesorar a intelectuales desentendidos de la política. Sea como sea, nadie da un palo al agua. Aragonès y sus cabestros solo se interesan por la próxima secesión; están en la hipóstasis del empate con JxCat, una gesticulación imberbe. Si por casualidad consiguen avanzar, nos espera un Govern cansino y una oposición sesuda, al estilo de la planteada por el PSOE en la Comunidad de Madrid. Las maneras de Gabilondo e Illa muestran concomitancias reveladoras, cuyo primer paso puede haber sido el cambio de tendencia del CIS, --la izquierda suma--, conocido pocas horas después del debate televisivo entre los candidatos a la presidencia de la Plaza del Sol. Pero aquí, todo esto da igual. Bajo el eterno éxtasis pujoliano, la pela es la pela.