Había un guión. Las elecciones iban a ser muy disputadas y, finalmente, ha ocurrido lo que señalaba en mi artículo anterior. Trump anunció fraude en las elecciones alegando que los votos emitidos después del cierre de las urnas no pueden contarse. Está en lo correcto.
El destino del ocupante próximo del Despacho Oval reside en los 270 votos del colegio electoral norteamericano. Este número está basado en un cómputo del número de votos otorgados a cada estado norteamericano por sus representantes de la Cámara de Diputados y del Senado. Es un cálculo matemático complicado.
Es necesario recordar que Trump no solo batalla contra la maquinaria política del Partido Demócrata, sino que también lucha contra la clase donante del partido Republicano. Estos dos grupos forman un verdadero gigante político.
La emoción del pueblo norteamericano esta por las nubes, no se recuerda una carrera presidencial que haya generado tanto entusiasmo a través de clases, partidos políticos y grupos étnicos. Estamos ante un verdadero fenómeno electoral. El entusiasmo es global. En la India, la China y Rusia, Trump versus Biden ocupa el máximo interés. Y no digamos Londres, Barcelona y París.
Trump, aunque con menos poder en términos financieros para las elecciones, cuenta con dos poderosas ventajas: superioridad estratégica y el sincero deseo de ayudar al pueblo norteamericano de distinas clases sociales. El 45º presidente de Estados Unidos, en conjunto con el Secretario de la Tesorería Steven Mnuchin, han desarrollado programas de fomento empresarial y crecimiento laboral sin precedentes. Y eso se ha traducido en ese aumento tan enorme de votos respecto a 2016.
Por su parte la bolsa de valores va en alza, tanto el NASDAQ como el NYSE. Hasta que se tengan los resultados finales, las subidas y bajadas serán propias de un carrusel de feria. Pero ya sea esta semana, en un mes, o en un plazo más largo, a través del proceso electoral o gracias al proceso que se inicie en la Corte Suprema, Trump puede mantener sus opciones para seguir en la Casa Blanca.