Mudarse a un país extranjero para estudiar o trabajar suele ser una oportunidad única para conocer otras culturas y enriquecerse con nuevas experiencias personales. Sin embargo, los miedos y prejuicios contra una determinada sociedad siguen siendo una barrera a la hora de lanzarse a vivir fuera. Este es el caso, por ejemplo, de muchas mujeres de color, con estudios universitarios y un buen perfil profesional, que se plantean mudarse a España:
“Antes de mudarme aquí solo existía una narrativa negativa de lo que era ser negra en España. Quise cambiar esta perspectiva, creando una comunidad fuerte, un espacio donde poder compartir con el resto del mundo historias de mujeres de color viviendo en este país”, explica Sienna Brown, fundadora de Las Morenas de España, LMDES, una comunidad y plataforma educacional que enseña a las mujeres de color cómo construir una vida propia en otro país “sin tener que sacrificar su crecimiento y felicidad profesional y personal”-, detalla esta joven estadounidense, residente en Jávea (Alicante).
Licenciada en Psicología y Estudios Hispánicos, Brown llegó a España por primera vez en 2012, con 20 años, para ampliar sus estudios en la universidad Carlos III de Madrid. “Me quedé enamorada de la calidad de vida que hay aquí”, reconoce. Y aunque después estuvo trabajando un par de años en Nueva York, tenía claro que quería volver. “Con 22 años hice la mudanza que iba a cambiar mi vida”, añade Brown, que actualmente trabaja como responsable de desarrollo de negocio en Sun and Co., un espacio de oficinas y coworking en Jávea.
Sin embargo, Brown recuerda que mientras se preparaba para mudarse a España, le costó mucho encontrar referencias de otras mujeres negras viajando o viviendo en el extranjero, más allá de algunas bloggers y agencias de viaje especializadas como Travel Noire, dirigida a millennials de origen afro.
Vídeo de presentación de Las Morenas de España / LMDES
“Las mujeres negras buscan referencias de otras mujeres negras en el extranjero porque quieren sentirse representadas y visibles, además de identificarse con lo que consumen”, dice Brown. Según la emprendedora afroamericana, las mujeres blancas no necesitan buscar referencias “porque la sociedad ya tiene una imagen formada sobre lo que es viajar o vivir fuera: si tecleas en Google 'digital nomad' o 'female travel' la mayoría de las imágenes que te saldrán son de gente blanca. No se puede aspirar a algo si no sabes que puede existir para ti”, comenta la fundadora de LMDES.
Fomentar el diálogo
La cuenta de Instagram de LMDES está llena de historias inspiracionales protagonizadas por viajeras o “expats” negras, como el caso de Christyn, una estadounidense de origen jamaicano que llegó hace seis años a Madrid en un viaje de estudios y ahora trabaja como asistente de departamento en la universidad de Segovia, o Gabriela, ecuatoriana-estadounidense, fundadora de GabsAway , una startup que organiza encuentros gastronómicos entre desconocidos en Barcelona con el fin de fomentar el diálogo y las interconexiones interculturales.
Según un informe realizado por la firma de capital riesgo Atómico, la diversidad cultural y la inclusión siguen siendo las dos asignaturas pendientes del ecosistema tecnológico del continente europeo. El informe revela que el 84% de los fundadores de startups en Europa son de origen blanco/caucásico, mientras que solo un 0,9% se identifica como negro/africano/caribeño. Por otro lado, el informe también constata que la comunidad negra es la que más denuncia haber sufrido discriminación por motivos étnicos.
El privilegio del inglés
“Es cierto que en España falta más diversidad, pero tengo clarísimo que, siendo afroamericana, con ingresos y con el inglés como lengua materna, tienes muchísimos privilegios”, comenta Brown, contenta de vivir en Jávea. Además, “el teletrabajo ha abierto muchas oportunidades profesionales y ya no estás limitada a dar clases de inglés, como antes”, aclara. Desde la plataforma LMDE, Brown imparte cursos dirigidos a emprendedores sobre cómo conseguir el trabajo que les guste para que así “puedan construirse una vida libre y flexible en cualquier parte del mundo”, dice.
Seis años después de haber puesto en marcha la comunidad LMDE, Brown afirma que las comunidades negras en España han experimentado un cambio “brutal”. "Al haber creado un espacio para compartir historias y recursos, las mujeres negras tienen mucho más fácil encontrar colectivos con intereses parecidos: arte, cultura, veganismo, etc. etc.”, dice.
“Sentirse visto y representado tiene un efecto brutal: empodera a otras personas y te convierte en referencia para tu comunidad”, concluye la emprendedora, defensora de que vivir en el extranjero es una experiencia enriquecedora y gratificante que nadie debería perderse.
El reto de ser negra
Aunque la crisis sanitaria actual no lo pone fácil a la hora de viajar o mudarse a otro país, Brown explica que el movimiento Black Lives Matter y la mala gestión de la pandemia en los EEUU no han pasado desapercebidos en la plataforma: “Hemos notado un mayor volumen de interesadas en marcharse de EEUU para empezar una nueva vida fuera de allí”, explica la emprendedora, que afirma no echar de menos EEUU “para nada”. “Tengo tan claro que mi vida va a seguir estando aquí”, reconoce, a pesar de los retos que supone ser una mujer de color en España.
“Ser 'mujer negra' en España tiene muchos matices: no es lo mismo si eres afroamericana, primera generación de inmigrante, del Caribe o Nueva Guinea”, recuerda. “Lo que quiero decir”, aclara, “es que tenemos que ser muy conscientes de que cada país tiene su propia historia y cultura, y es importante evitar hacer un copiar-pegar de lo que ocurre en otro”.