La democracia que empodera a la mujer es aquella que se da por la meritocracia cuando se reconoce su talento, conocimiento, formación y liderazgo y, por tanto, sus derechos e igualdad desempeñando puestos directivos en empresas, en la política, la administración y en todos los ámbitos.
En los últimos diez años en España, se han producido grandes avances para que la mujer ocupe puestos en la política. Antes estaba marginada en este sector como resultado de las leyes, prácticas, actitudes y estereotipos de género discriminatorios, bajos niveles de educación, según la resolución de la Asamblea General de la ONU en 2001.
Mucho han cambiado las cosas tras la aprobación de la Ley Orgánica para la Igualdad efectiva entre mujeres y hombres que apuesta por listas paritarias. Este reconocimiento a la igualdad es resultado del esfuerzo de otras muchas mujeres que a lo largo de la historia del siglo XX defendieron la igualdad para conseguir esta situación.
Sin embargo, hay contadas mujeres que han alcanzado la Presidencia de un Gobierno como en 1979 con Margaret Thatcher, primera ministra del Reino Unido, conocida como la “Dama de Hierro”. Una de las mujeres más influyentes del siglo XX.
Cambió su tono de voz de sus primeras intervenciones a un tono más grave, si bien es cierto que los tonos graves en los discursos y oratoria proyectan mejor y transmiten seguridad.
Thatcher fue una mujer de fuerte liderazgo caracterizada por la “convicción” y otras mujeres de la política actual han seguido su estela como Angela Merkel, Jefa de Gobierno de Alemania; Dilma Rousseff en Brasil, Michelle Bachelet en Chile y Cristina Fernández en Argentina. Sin embargo, es curioso que en estos tres últimos países gobiernan de nuevo hombres. En la actualidad hay 22 mujeres que dirigen sus países entre los 194 del mundo.
Elisabeth Warren se acaba de despedir, entre lágrimas, de su carrera a las presidenciales demócratas. Finalizaba su sueño de convertirse en la primera presidenta de EEUU y el de millones de mujeres: «Lo siento sobre todo por todas esas niñas que ahora tendrán que esperar otros cuatro años", decía emocionada.
En España, los datos han variado desde las elecciones del 28-A con el Congreso más paritario en Europa y el quinto del mundo según la ONU. España se situó por delante de la igualitaria Suecia, según la Unión Interparlamentaria.
Sin embargo, con la repetición del sufragio general del 10-N, ha descendido 13 puestos la presencia de la mujer en la Cámara Baja hasta el 43,4% situándose en segundo lugar del mundo por la baja representación femenina en el partido de Vox, con un 26,9% de sus 52 diputados. Ciudadanos y PSOE consiguen el 50%; UP, un 51,4%; PP un 42% y ERC un 53,8%. La representación total en el Congreso es de 153 mujeres y 197 hombres. Sin embargo, esperamos con ilusión a una candidata a la Presidencia del Gobierno.
En las pasadas elecciones del 10N, todas las cabezas de listas eran hombres. Como consultora política, la imagen masculina dominante en el debate electoral sin representación femenina chocaba con tanta lucha por la igualdad. En este sentido, es prioritario que las mujeres tengan más protagonismo en puestos de responsabilidad en sus partidos y en su gobierno.
Celebramos el 8-M, Día Internacional de la Mujer, y toda gira en torno a la Igualdad de género: los telediarios rinden tributo a todas las mujeres deportistas, científicas, literatas, médicas. Nadie quiere dejar de participar y abanderar esta causa. Todo se vuelve morado, con entrevistas a mujeres, participación en foros y debates. Hasta el cupón de la ONCE se suma al Dia Internacional de la Mujer. Empoderar y reconocer los derechos de la mujer debería ser siempre y no solo en este mes.
En la empresa, las mujeres en puestos de alta responsabilidad ejercen un liderazgo que se caracteriza por ser más propensas a llegar a pactos, más flexibles, se adaptan mejor a los cambios, alientan la participación y cooperación y, tienen un mayor desarrollo e inteligencia emocional, según se desprende de estudios de directores de Recursos Humanos.
Tres de cada cuatro empresas que han promovido la presencia de mujeres en cargos directivos han registrado un aumento de sus beneficios del 5% al 20%, según un análisis realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El impacto de puestos directivos es evidente, contribuyen a atraer y retener talento, hay mejoras en creatividad, apertura, y mejores efectos favorables para la reputación.
Aunque hay voluntad política y empresarial por el liderazgo de la mujer, mientras tengamos datos como en Estados Unidos donde casi el 50% de las ejecutivas no son madres, frente al 14% de los varones, seguiremos teniendo un gran problema. No olvidemos que eso ocurre para no poner en riesgo sus carreras profesionales, y por ello, se retrasa la maternidad siendo más difícil conciliar la vida laboral y personal. No olvidemos que existe el famoso techo de cristal.
En este sentido, el problema es la brecha salarial entre mujeres y hombres que supone un 29,2% y harían falta 87 años para eliminarla, según el último informe del Ministerio de Hacienda (Gestha) sobre la Brecha salarial y techo de cristal.
Hay que estar contentos porque en el sector de la comunicación, las mujeres directivas en España están en igualdad de género, un 72% de los puestos y el 50% en puestos directivos, según se deduce de un estudio en 2019 de la ADECEC, Asociación de Empresas Consultoras de Comunicación, que representa unos 1.500 puestos. Si lo comparamos con otros países como EEUU estamos por encima de la media respecto del estudio de 2016 del Public Relations Society of America (PRSA), que afirmaba que el porcentaje de mujeres es del 69%. El sector de la comunicación es agente del cambio, sin embargo la brecha salarial persiste con un 18% menos en las mujeres que los hombres.
Desde hace tiempo en EEUU y en España, los hombres ya no se van a comer a solas con las mujeres por temor que se les demande por acoso, y la relevancia del movimiento #Metoo. Hay que hacerse respetar y que te respeten por tu profesionalidad.
En el Día Internacional de la Mujer y, todos los días, felicito a todas las mujeres y hombres que han luchado por nuestros derechos para seguir avanzando por la igualdad de la Mujer en el trabajo, en la política, las redes sociales, en la conciliación familiar y en todos los ámbitos.