Escribo estas líneas desde la Segunda Avenida de Nueva York con el edificio de la ONU a un lado y la torre Chrysler al otro. Aquí se juntan esta semana todos los líderes mundiales, así como buena parte de los principales intelectuales, y los debates que se organizan son de máximo nivel. Salgo de uno en la sede de Naciones Unidas con Jeffrey Sachs, uno de los mejores economistas del mundo; Yunus --premio Nobel de la paz--; la número dos de la ONU; el número tres del FMI; el ex primer ministro de Pakistán; Papandreu ex primer ministro griego...
Llego a mi apartamento y miro la prensa española para ver qué ha pasado. El Gobierno con líos varios. Sánchez apoyando ahora el CETA con Canadá que el año pasado votó en contra. El PP usando su poder en la Mesa del Congreso para vetar todo lo que propone el Gobierno. Ahora toca la Ley Presupuestaria que, desde que se aprobó, Rajoy ha incumplido sistemáticamente, igual que los compromisos con Bruselas. Ciudadanos votando con el PP todo en la Mesa, marcando un claro bloque de derechas.
Pero lo que más me ha desmoralizado ha sido leer el documento de Podemos con propuestas para aprobar los Presupuestos. La economía es complicada y no tiene soluciones para todos los problemas. Pero hay algunos principios básicos que sí sabemos que funcionan. Por ejemplo, la oferta y la demanda y la formación de los precios la explicamos en la universidad igual que Marshall se la explicó a Keynes en Cambridge.
Hay un crecimiento de la demanda de alquileres en el centro de las ciudades, la oferta es escasa, los propietarios de los pisos son conscientes que hay escasez, suben el precio y lo alquilan. La clave es desincentivar el crecimiento de la demanda e incentivar el aumento de la oferta.
¿Qué propone Podemos? Criminalizar la oferta, poner limitaciones a los precios y un impuesto a las viviendas vacías de los grandes propietarios. Si son inversores profesionales y buscan rentabilidad, no tendrán muchas casas vacías. Si no lo son, un impuesto seguramente no hará que cambien de opinión. Si limitas las subidas de precios y se alejan mucho de lo que sería el precio de mercado, habrá más gente dispuesta al alquiler que casas disponibles y habrá escasez.
La siguiente medida es subir el salario mínimo a 1.000 euros en 2019. Este economista observador pide subidas de salario mínimo desde 2015, cuando comenzó la recuperación intensa del empleo. Pero, con la economía desacelerando, los últimos datos de empleo dando señal de debilidad, el BCE anticipando el fin de las compras de deuda que supondrá una política monetaria menos expansiva, la inflación al 2% y... ¿se les ocurre subir el salario mínimo nada menos que un 25% en un año?
Lo que enseñaba Marshall a Keynes es que esa subida supondrá precios más altos, menos actividad y menos empleo, especialmente en el segmento de menor cualificación, donde la tasa de paro es más elevada.
Luego vuelven con el mantra de nuestra baja presión fiscal y dicen que lo van a resolver sólo subiendo impuestos a los ricos. El titular de la prensa ha sido que Podemos propone subir 10.500 millones los impuestos. Eso fue lo que consiguió aumentar la recaudación Rajoy en el no rescate en el que según él no nos exigieron recortes.
La realidad es que el rescate exigía un ajuste fiscal brutal, que Rajoy subió más el IRPF a todos los españoles de lo que proponía IU en su programa y nos subió el IVA tres puntos, hasta a las chuches. Si Podemos cree que puede aumentar la recaudación 10.500 millones sólo subiendo los impuestos a los ricos, supongo que también creerán que los niños vienen de París en cigüeñas.
En el documento hay buenas propuestas en línea de lo que se hablaba en Nueva York, como aprobar un plan de rehabilitación de viviendas para poner placas fotovoltaicas y mejorar la eficiencia energética, bajar las cuotas a los autónomos con bajos ingresos, escuelas para niños de cero a tres años, etcétera. El PP ya nos ha dejado altamente endeudados, con el ajuste fiscal pendiente de hacer y con salarios precarios. Pero si aplicáramos el programa de Podemos, todo sería susceptible de empeorar.
Por suerte, el mundo está pendiente de lo que sucede en Nueva York y los programas de Podemos ya no salen en medios internacionales como en 2015, en medio del corralito griego. Pero en cualquier momento eso puede cambiar.
[Artículo publicado en 'El economista observador']