Demasiadas noticias. No paran. Y casi todas políticas. Oigan, que la economía también merece un tiempo de atención. Y el procés de Cataluña. Y la violencia de género. Y las obras públicas que se realizan en las ciudades. Y las que no se realizan en los pueblos y en las carreteras de poco tránsito. Hay más cosas en España que la política. ¿Seguro? Puede que sí, pero ahora la política lo acapara todo. Todo. Para mal y para peor. Bueno, peor es difícil, pero siempre se supera. Nunca hay límite por arriba.

Hay algo claro. El presidente Sánchez está encantado con ser presidente. Y no quiere irse ni convocando elecciones. Formó un Gobierno bonito, elegante, feminista, progresista, ecologista, preparado, con nivel, llamativo, sorprendente... Todo lo que ustedes quieran. Fueron muchos los calificativos favorables con que se le recibió. Pues ha durado tres meses. Pedro quiere seguir, pero su Gobierno está hecho un desastre, una mierda, con perdón. Como la ministra de Justicia llama maricón a un compañero ya nos permitimos el atrevimiento de usar palabras malsonantes. Todo se pega. Disculpas. Han roto todas las líneas en el menor tiempo posible. Récord gubernamental negativo.

La ministra de Justicia, Dolores Delgado, ha mentido. Con eso sobra en el Gobierno. Se escucha la grabación publicada por Moncloa.com y uno se estremece. ¿Es esta la ministra de Justicia? Me borro del país. Comiendo, departiendo con la mayor basura de Las cloacas del país, aireadas por Público y la intrépida periodista Patricia López desde hace tiempo. Y no pasa nada. La pareja feliz, Garzón y Delgado, pretenden permanecer en el poder. Claro que Garzón, como juez... ¡en qué manos estuvimos... y estamos! Mentiras. Y negocios desde la Audiencia. ¡Señor! ¿Nos queda alguna esperanza? Tal vez al leer estas líneas la ministra ya se haya ido. Posible. ¿Y luego, elecciones? Las personas sensatas del PSOE que se pasean por el Congreso sí quieren elecciones. Pedro, no. Porque si se va de Moncloa nunca volverá y no quiere irse. Se siente en casa.

Pero la ministra, por haberse reunido con la mayor basura de las cloacas y por no haber denunciado-investigado la "reunión de jueces y fiscales con menores en Cartagena de Indias", "se levantaron a toda pastilla cuando nos vieron, empezaron con el agobio de que nos habían visto", "eran camareras de hotel", sobra en el Gobierno y en la carrera fiscal. ¿Y qué más, ministra? Un delito y usted, fiscal, se lo traga. No ha visto nada. Pues a la calle, ministra. Pero no solo de ministra, sino también de la carrera fiscal. A hacer la cola del paro, como mínimo. ¡Ay, la justicia! El mayor deterioro de todas las instituciones. Un sector sin tocar desde Franco. Ni en la transición, ni después. Nadie se atreve a meterle mano y ponerlo al día. No ya democratizarlo, que parece un imposible. No hay ministro que lo intente. Justicia sí, pero para los pobres. Como siempre, desde los romanos o antes.

Pero a Sánchez eso le da igual. "Voy a permanecer aquí hasta el 2020". Demasiados despropósitos. Y no sólo su vicepresidente Iglesias --"que se aleje de la vida política"-- pide que se vaya la ministra de Justicia, sino que dirigentes del PSOE con más cerebro que el suyo piden un cambio, unas elecciones, "esto no aguanta, esto no puede aguantar". Tristeza, asombro se ve en sus caras que casi se reflejan en las paredes del patio del Congreso. No necesitan espejos. Sus miradas a los zapatos lo dice todo. Confusión. Algunas viejas heridas empiezan a sangrar de nuevo. Los presos independentistas, la subida de impuestos, los presupuestos, el comisario Villarejo, la ministra de Justicia... demasiadas cosas. Incluso dudan de los datos de la encuesta del CIS. No se lo creen. Demasiado para resistir. Y no ha hablado Puigdemont. No tardará. Cuando le interese. Y entonces, adiós Pedro Sánchez.

Demasiada política. Demasiada torpeza por parte de los políticos. Demasiadas noticias de políticos y de sus vidas y comidas. Los ciudadanos quieren trabajo y tranquilidad. Que no los agobien ni que los trituren a impuestos. Los políticos no se enteran de esto tan simple. Que no hay nivel político ya lo saben todos los ciudadanos. Porque esta política, ministra de Justicia, es, además, Notaria Mayor del Reino. ¡Toma ya! Por este camino, en las cercanas elecciones no va a votar ni la familia. Tomamos nota. Y sin Presupuestos no hay Gobierno posible. ¿Recuerda señor Sánchez?