Hay cosas familiares en todo lo que ocurre en España. Familiares para Manuel Milián Mestre, (Forcall, Castellón, 1943), que sabe lo que ocurrió con la UCD en la transición, y cómo la Alianza Popular de Manuel Fraga se refundó en el actual Partido Popular. Sabe las convulsiones políticas que ha vivido la derecha política española, y por ello asegura que está “reviviendo” el tremendo terremoto que ocurrió en aquellos años previos a la victoria socialista de 1982, y el periodo posterior. Milián Mestre, siempre ligado a Foment del Treball, pudo concluir la historia de la patronal catalana, que se publicó en 2016. Es el autor del primer volumen, Una burguesía innovadora y proteccionista (1771-1889), y por ello critica que el empresariado catalán haya renunciado ahora a su papel histórico. En una primera entrevista con Crónica Global, arremete contra ese empresariado, para entrar en el legado político de Jordi Pujol, con quien compartió horas y horas de negociaciones, confidencias y acuerdos, y en el análisis de lo que representa Ciudadanos.
--¿El juego eficiente era el de Jordi Pujol?
--Yo creo que sí. Su legado político no lo puede negar nadie. Se puede discutir, claro, todo lo que se ha conocido después, con sus asuntos económicos. Pero puso las bases de una idea de Cataluña, negoció las competencias en cultura y lengua catalanas, y estabiliza el poder en España, con pasos muy importantes, con autosuficiencia económica a partir de 1996. Pujol supo navegar muy bien, sin desafiar a un Estado.
--¿Considera que los que llegaron después de Pujol le han traicionado, al precipitarse con el proyecto independentista?
--Considero que sí, que no han sabido darle continuidad a su proyecto. Hay que estar muy dotado, tener un sentido del Estado español clarísimo, como era su caso. Se trataba con un tigre y al tigre no se le puede desafiar. Y aquí se ha hecho. Ese tigre es un estado con mucho poder.
La burguesía catalana se ha apartado de sus responsabilidades, quiere el barco y la casa en los Alpes
--Volvemos a la cuestión principal. ¿Y los empresarios en esa transición, hacia el independentismo, qué hicieron?
--Aquí lo que ha pasado, y lo debemos reiterar es que el espíritu de liderazgo se ha volatilizado por completo. Me escandaliza su actitud con el proceso. En una sociedad como la catalana, con amplias clases medias, las élites económicas no han tenido el papel que debían haber ejercido.
--¿Se apartaron?
--Algunos se apartaron de forma clara, y otros, además, se llevaron el dinero fuera. No tienen nada que ver con la burguesía del siglo XIX. Esa burguesía ha desaparecido. Lo que quieren es el barco, la casa en los Alpes y a vivir. No tiene nada que ver con los que construyeron España y Cataluña en el siglo XIX.
--¿Han sido cómplices?
--Algunos pensaron que podía sacar tajada, siguiendo la idea de George Soros, que no sé si realmente ha estado interesado en la cuestión de la independencia de Cataluña, pero me temo que sí, un hombre que ha provocado grandes desastres con sus inversiones, como pasó en Asia en los años noventa.
'Manuel Milian Mestre', de Josep Manuel San Abdón
--¿Quiere decir que Cataluña sí es viable como Estado si apuesta por ser una especie de paraíso fiscal?
--Ese era y es el sueño de algunos, me parece. Con todos los negocios pasando por Cataluña. Me gustaría saber qué opina el colectivo Wilson sobre todo esto.
--¿Considera que el futuro ya pasa de forma inexorable por Ciudadanos?
--Tengo dudas sobre Albert Rivera, no me parece un político consistente. El partido no tiene una estructura sólida. Ha pasado de la socialdemocracia a la derecha radical. No da una perspectiva clara de dónde quiere ir, y no veo la gente preparada para ello. Sin embargo, no tengo duda de que ganarán las elecciones.
Albert Rivera no me parece un político consistente, y Ciudadanos no tiene una estructura sólida
--¿El PP puede acabar como la UCD?
-Mire, estoy reviviendo esa idea. Cuando de la UCD se fueron en masa al PP, le dije a Manuel Fraga que eso podía ser un problema. Fraga me dijo que se debía ser generoso con todos para formar un gran centro-derecha en España. Pero después llegaron las consecuencias. En la crisis actual del PP hay muchos nombres que vienen de la UCD. Muchos de ellos se apoderaron de AP y luego del PP. Hay que recordar que Aznar votaba a la UCD, y con Aznar florecen todos los de la UCD. Yo creo que en Ciudadanos deben saber qué puede pasar si acaba siendo un partido de aluvión. Pero tengo mis dudas de que los estrategas de Ciudadanos lo vean.
--¿El PP no ha acabado siendo un partido siempre a la contra, sin ideas propositivas, precisamente por esa pluralidad interna, por no saber qué dirección tomar?
--El PP tiene un problema serio, pero es diferente a esa apreciación. Cuando tenía a la gente más preparada no ha gobernado. Y cuando ha gobernado, no tiene la gente necesaria. No tiene elites preparadas, o las que tiene se aprovechan del Estado, como esos grandes empresarios de la construcción, que beben del Estado. No hay proyecto común y todos van por su lado.
Cuando el PP tenía gente preparada no gobernaba, y cuando gobierna no tiene la gente necesaria
--¿Cree que estamos peor, de alguna forma, que en la transición?
--Para mí sí, entonces se sabía lo que se quería, y se hablaba con todo el mundo, se llegaba a acuerdos con gente totalmente opuesta. Yo participé de todo aquello, con encuentros y acuerdos con personas muy alejadas ideológicamente. Y eso no lo veo ahora cuando es urgente que pase.