Iniciada la campaña electoral que finalizará el día 21 con la celebración de unos comicios autonómicos en Cataluña, sobre cuyos resultados existen serias dudas de que vayan a resolver nada o casi nada, y a la vista de que los independentistas han decidido mantener su hasta ahora exitoso corpus doctrinal, al que tanto jugo han sacado en los últimos años, he llegado a ver la luz.
Tras envainármela y agachar la testuz ante la imposición de Manuela Carmena de obligar a los madrileños a caminar en un solo sentido por alguna de las céntricas calles de Madrid, me olvido de otros criterios profesionales seguidos hasta ahora y decido abrazar el profundo ideario de los independentistas catalanes basado en culpar a Madrid y a sus élites posfranquistas de todos los males habidos y por haber en Cataluña.
A partir de ahora, si vuelvo a escribir sobre Cataluña, no solo todo lo que escriba estará presidido por el "España nos roba", el "España no nos entiende”, el "España nos oprime" o el "España nos agrede", sino que cansado de tanto seny he decidido abrazar lo más intestinal de la rauxa y no pasar una más a los fascistas españoles que desde 1714 --e incluso antes-- nos tienen envidia cochina.
Todos los males que actualmente aquejan a Cataluña vienen de fuera y resulta una absoluta falacia del Gobierno franquista español que la independencia supondría el empobrecimiento de la población con destrucción de crédito, con tensiones presupuestarias porque habría menos ingresos tributarios, con procesos inflacionistas derivados de tener que financiar déficit emitiendo deuda y, en definitiva, un desastre de fuga de capitales por falta de confianza política y económica. Todo es un invento del Rajoy que persigue a Cataluña y a los catalanes, y si el PIB en Cataluña va a ver moderado su crecimiento y en consecuencia el de España, se debe a una política deleznable del Gobierno de Madrid. ¡Joder por joder!
Desde ahora, decido abrazar el profundo ideario de los independentistas catalanes basado en culpar a Madrid y a sus élites posfranquistas de todos los males habidos y por haber en Cataluña
Por eso, no puedo por menos que considerar una consecuencia de esa inaceptable persecución del Gobierno español que los datos sobre el desempleo, que acaban de aparecer, apunten a que Cataluña sufrió su mayor subida desde 2009, muy por encima de la media de España. La manipulación de los datos del Ministerio de Empleo salta a la vista al igual que las falacias reiteradas, las mentiras y los eslóganes huecos de contenido con los que Madrid agrede sistemáticamente a Cataluña. ¡Puta envidia!
El mismo estado español que ha conseguido que la inversión extranjera en Cataluña cayera un 10,2% en el segundo trimestre del año, mientras que crecía a un ritmo del 12,6% en el resto España. Inaceptable del todo punto.
Qué no decir de S&P, esa zafia sociedad al servicio del capitalismo internacional que no sabiendo cómo parar nuestra marcha hacia la República catalana amenaza con bajar el rating de Cataluña al nivel de país subdesarrollado, pareciendo no estar contenta con el hecho de que la deuda catalana ya está en bono basura. Habrá que solicitar a la Unión Europea que controle los métodos de elaboración de este tipo de cuentas. No podemos seguir a los pies de los caballos de estas organizaciones mafiosas que nos tienen manía dando más importancia de la que tiene al hecho de que la deuda pública total de Cataluña supere los 77.000 millones de euros de los que 53.00 millones se los debemos a España, pérfido acreedor.
Solo entendiendo esa perfidia de la pervertida España, se puede entender que el índice de comercio minorista haya pasado de crecer el 3% antes del verano al 1,4% entre julio y agosto. Y por si fuera poco, algunos economistas advierten incluso de la posibilidad de un boicot del resto de España hacia productos catalanes. Infame.
Con esta opresión a la que nos tiene sometido Madrid, se nos han quitado las ganas hasta de tomar el cafelito de media mañana; solo así se puede explicar que en octubre el sector de la restauración haya perdido más de 70 millones de euros en ventas, según datos de la consultora NPD Group. ¡A saber quién está detrás de esa consultora!
Con esta opresión a la que nos tiene sometido Madrid, se nos han quitado las ganas hasta de tomar el cafelito de media mañana
Teniendo de todo como tenemos --playas de ensueño, la Sagrada Familia, la butifarra con mongetes y una cultura incomparable-- y siendo como somos gente encantadora, alguna acción especial por parte de Madrid habrá tenido que hacerse para que en Cataluña haya caído la actividad del sector turístico en octubre y no solo en viajeros y pernoctaciones, sino también en precios, que eso si que duele. Y sobre todo cuando en el resto de España, pese a que ese mes no fue especialmente boyante, su actividad creció en vez de descender.
Desechada la idea de que algo habremos hecho mal, tendremos que analizar la situación a fondo para conocer las causas y tomar medidas que para eso contamos en Cataluña con 389 empresas públicas, dos veces y medio más que las que existen, por ejemplo, en Madrid.
Y de las 2.876 empresas que han trasladado su sede social de Cataluña a otras regiones de España y obviando las presiones del Rajoy para forzar su marcha, más vale no hablar porque aquí siguen los centros de producción, que para eso somos los mejores trabajadores y no como los haraganes del resto del Estado, salvando a las comunidades históricas como la nuestra.
Hasta los autónomos están contra nosotros. ¿Cómo no lo van a estar con un colaboracionista de Rajoy al frente de todos ellos? El Govern puede hacer mucho, pero no podemos controlar la voluntad de los traidores que van por libre y ahí reside que en Cataluña desaparezcan 40 autónomos diarios.
Y después de esto dicen que somos fanáticos, intransigentes, maniqueos, reduccionistas, intolerantes, obsesivos, dogmaticos, autoritarios, obstinados y falsos e incluso violentos, y que todo ello nos conduce a una ceguera que supone que, en ocasiones, nos comportemos de manera irracional.
¡Anda ya! Qué ganas de hacer daño y desacreditarnos.