La encuesta publicada esta domingo por La Vanguardia, que recoge la fuga de Puigdemont, la prisión preventiva de los Jordis y, al menos parcialmente, la de Junqueras y otros exconsellers, se parece bastante a las de hace unos días de El Periódico, El Español e, incluso, a la del CEO, aunque este último presupone la continuidad del JxSí y las otras no. En síntesis, descenso del bloque secesionista que puede llegar a perder la mayoría absoluta --pierde entorno a dos puntos de media respecto a 2015--, subidas moderadas de C's que se consolida como segunda fuerza, y del PSC, y mantenimiento de CSQP y PP. Dentro del bloque secesionista amplio triunfo de ERC, hundimiento del PDeCAT y pérdida de dos o tres escaños de la CUP.
El voto parece muy decantado y las emociones parece que no van a ser decisivas en el cambio de voto entre bloques, aunque puede sí serlo para movilizar más o menos al electorado secesionista a priori más desmotivado después de enterarse de que la independencia está muy pero que muy verde según sus propios líderes.
No obstante, las encuestas actuales tienen un valor muy relativo dado que no sabemos todavía cuáles van a ser las opciones electorales a las que podrán votar los catalanes. Desconocemos si se reeditará o no JxSí aunque todo indica que no, y si la CUP apoyará o no alguna lista electoral. Tampoco si finalmente Santi Vila saltará a la arena electoral con una nueva formación que aglutine el nacionalismo contrario a la unilateralidad, ni sus opciones de obtener representación parlamentaria.
La repetición de la alianza secesionista implicaría una cronificación de la crisis actual de efectos devastadores para Cataluña
Si pensamos que lo esencial de estas elecciones es que Cataluña deje atrás las turbulencias, especialmente del último mes, y comience a recuperarse del daño económico y de la fractura social provocados por la irresponsabilidad secesionista, es imprescindible que de las elecciones salga un gobierno capaz de hacer honor a su nombre y trabaje para solventar problemas y no para crearlos.
Descartada una alianza entre C's, PSC y PP porque no suma, y aunque sumara sería de muy difícil implementación, sólo caben tres mayorías posibles: repetir la fórmula de esta legislatura, un tripartito de ERC, CSQP y PSC en el que ERC aceptara olvidar la unilateralidad, o un gobierno de PSC, CSQP y la nueva formación de Santi Vila con connivencia parlamentaria de C's y PP.
Desde luego, la repetición de la alianza secesionista implicaría una cronificación de la crisis actual de efectos devastadores para Cataluña. Para descartarla la opción que se vislumbra es que Santi Vila encabece una nueva opción política que algunos esperan que pueda obtener entre seis y ocho diputados, suficientes para desbloquear la situación actual.
En cualquier caso, muchas incógnitas. Nada está decidido. Y una campaña que, esta vez sí, será decisiva.