¡Vaya semana que llevamos! De muertos, atropellos, vivos, figurantes y demás ralea de políticos que han ido a Barcelona a salir en la foto. ¡Qué barbaridad! Ha sido tan intensa y lamentable la semana que deberíamos escribir sobre la misma. ¿Más? No, ¡por Dios!, estará pensando usted amigo lector. El atentado de Barcelona nos sale por las orejas. Y tiene razón. Ha sido la única (y mala) noticia que ha envuelto el cerebro de los españoles. Ni el fútbol la ha eclipsado. Ni Neymar la ha desplazado a la parte baja de la portada. Pero ¿está resuelto y claro el atentado? ¿Ha estado a la altura el funcionamiento policial y político? Digamos que no. Lo único de altura ha sido la reacción ciudadana. Como siempre. Sobresaliente.
Habrá que reconstruir la historia del atentado. Habrá que responder a muchas preguntas sin contestar. ¿Que no hay bolardos? Bueno, discutible y secundario. Es más curioso comprobar que en medio kilómetro de recorrido de la furgoneta no hubiera ni un solo policía. Y tampoco había un solo mantero, cuando La Rambla está normalmente invadida. ¡Qué casualidades tiene la vida! O la muerte. El autor, el tal Younes Abouyaaqoub, desaparece del lugar, se bebe un zumo en la Boquería, camina largo tiempo, se cambia de ropa, se coloca un cinturón de explosivos falso, apuñala a un ciudadano, roba un coche y se va a los Altos de Subirats. Gracias a una ciudadana la policía lo localiza, si no, nada. Si llega a ser un poco más listo cruza los Pirineos por cualquier camino maderero y hasta hoy. Y nos venden como un éxito el gran fracaso policial.
Nos venden como un éxito el gran fracaso policial
Porque llevamos en España más de un año en alerta policial. Al menos en las grandes ciudades. Mucho más en Madrid y Barcelona. ¿Y qué? Nada. Nos la han dado en toda la cabeza. ¿O no, amigo lector? Tanta alerta, tanta alerta y al final se comete el atentado. Y las fuerzas de seguridad no se enteran. Los servicios secretos estaban de vacaciones. Y el Ministerio del Interior, también. ¿Por qué no se interroga al detenido herido en la explosión de Alcanar? Ha dicho que el objetivo era la Sagrada Familia y que el imán líder está entre los escombros. El personal debía estar de vacaciones.
¿Cuál era la identidad de los cuatro terroristas detectados en el sur de París el 12 de agosto? ¿Hay alguna relación con el explosivo TATP? ¿Tenían conexión en París o Bruselas con otras células europeas? Que alguien explique por qué el imán radical no fue expulsado de España habiendo orden de expulsión. No hay explicación. Pues habrá que pensar que el nivel de la judicatura deja mucho que desear. ¡Ay los jueces! Ahí hay un sector que necesita reformas y criba y no hay ministro que se atreva a hacerlo. Ni Gallardón fue capaz. O no lo dejaron. Oiga, ¿Y nadie sabía nada, ni Mossos, ni Guardia Civil, ni policía, ni CNI, ni chivatos de que en un pequeño pueblo existía una célula salafista? Hay misterios que no se entienden. Hay preguntas que no se responden. ¿Causa?
¿Nadie sabía nada, ni Mossos, ni Guardia Civil, ni policía, ni CNI, ni chivatos de que en un pequeño pueblo existía una célula salafista?
Y por si éramos pocos... hay pugna entre los distintos cuerpos de seguridad. La Policía Nacional y la Guardia Civil se quejan de “exclusión” y “aislamiento” durante la investigación del tentado, según su sindicatos. “Debilidad de las instituciones y los responsables políticos”. Ahí es nada. Y Forcadell los excluye de las condecoraciones. Los Mossos quieren compartir la medalla. Que los condecoran. Terroristas entrando y saliendo por los Pirineos. Entrando y saliendo del país para hacer cursillos de explosivos. Preparando un gran atentado. Y los condecoran. No se enteraron, pero los condecoran.
¡Vamos bien! Autosuficientes de cara al uno de octubre. ¡Eh! Tranquilidad. Todavía no se ha convocado el referéndum. ¿Ah, no? ¡Anda, qué despistados andamos por León! Ya. Estamos de vacaciones. Lo mismo que los servicios secretos y los políticos. Como se terminan las mismas van a ir todos a la manifestación. Para eso sí están prestos. El Rey, Mariano y hasta Luis Tudanca (jefe PSOE de Castilla y León). Y la CUP. Todo bajo control de la alcaldesa. Se repite la historia de Madrid, del 11-M. Y las TV que no falten. Cámaras, muchas cámaras de televisión, que eso es lo que importa. Salir en la televisión.