Hoy se celebra un santoral, según la Iglesia Católica, el de San Pedro y San Pablo. ¡Anda! ¡Qué casualidad! Pedro y Pablo han celebrado su santo juntos. Sí, Pedro Sánchez, el del nuevo PSOE, y Pablo Iglesias, el de Podemos de Vistalegre II. Se adelantaron dos días para celebrar sus respectivos santos y para avisar a los parroquianos que vuelven a estar ahí para expulsar a Rajoy del poder, o sea, de La Moncloa. Dicen ellos. Habrá que verlo para creer. Por si acaso Mariano llamó rápidamente a Rivera y le invitó a comer en Moncloa. Para enseñarle, de paso, las instalaciones y lo bien que se vive ahí.
- Lo has visto, ¿no, Albert? Pide lo que quieras, pero tú conmigo, le dijo --un suponer-- Mariano a Albert.
- De aquí no me echan esos dos mequetrefes y tú conmigo, ¿eh, Albert?
- Claro, claro, le respondió el chico de la marca blanca del PP, el tal Albert, de Ciudadanos. Pero tras las próximas elecciones me das un cargo, ¡eh!; no se te olvide. No pase como con Alonso que lo mandaste al País Vasco y está olvidado y aburrido. Y muchos otros.
¡Qué listo el Mariano! Rápido llamó a su chico no vaya a ser que Pedro y Pablo lo llevasen a su campo. Prevenir.
Pues sí, Pedro y Pablo se han reunido. Como hace poco más de quince meses. Para celebrar su santo con unos días de adelanto. Y para algo más. Quieren navegar juntos hacia La Moncloa. Pero no han aclarado quién dirige el barco. No se sabe si Pablo será el que manda, como quiso en la anterior reunión, o si será Pedro como su partido se lo exige. Dos gallos, dos machos alfa, dos jefes de manada que ninguno sabe obedecer. ¿Cómo harán eso de estar en el mismo gallinero? Lo mismo se dividen los días o las semanas. Esta mando yo, la próxima tú. ¿Será posible? No se lo cree nadie. Pero la realidad es que la izquierda española no tendrá futuro gubernamental si no se une. PSOE y Podemos. O unión o no llegarán al gobierno. Por lo menos en este reparto de diputados. Y tendremos a Mariano hasta el próximo siglo. Con Gürtel, Bárcenas, Rato y todo el estiércol recogido, pero seguirá en el poder.
Está la duda si se podemiza el PSOE o se socializa Podemos. Puede darse un abrazo de futuro o un abrazo traidor. Todo es posible entre estos dos gallos
Tranquilidad. Dejamos para mejor ocasión la nueva moción de censura. Que no tenga tanta emoción pero más votos de diputados a favor. Iglesias busca la reconciliación, o eso dice. Pero habiendo sido el gran benefactor de Mariano no es muy creíble. Esperar y ver cómo termina esta nueva triquiñuela del líder de Podemos. De la cabeza no se le va el tragarse al PSOE y toda su junta ejecutiva. Seguro. Por más que lo recubra con eso de rescatar jóvenes, regenerarse y luchar contra la pobreza. Palabras. Sólo palabras.
Está claro que Podemos ha venido para quedarse. A lo peor se queda sin Iglesias y aparece otro líder. Todo puede suceder en política. Y el PSOE no parece que vaya a desaparecer ni a romperse, de momento. Claro que Pedro también puede estrellarse otra vez contra el muro que le coloquen delante. Así que les tocará entenderse o desaparecer. No hay otra forma de echar a Mariano. Y ganarse al naranja de Rivera o fundirlo para que su representación sea mínima en las próximas elecciones. Nada es fácil, pero nada imposible. En Cataluña pueden tener un banco de pruebas. Una reválida.
Está la duda si se podemiza el PSOE o se socializa Podemos. Puede darse un abrazo de futuro o un abrazo traidor. Todo es posible entre estos dos gallos. O que se peleen hasta quedarse sin plumas y haya que sustituirlos porque ya no sirven para proteger a las gallinas. Ya no sirven a los ciudadanos de tanto mirarse a sí mismos. Caso de duda, rompemos el espejo.