Se despliega la canícula como un castigo bíblico, calcinándolo todo a su paso, anulando voluntades y tumbando al más pintado. Rajoy recolecta las primeras calabazas en su búsqueda del apoyo que le permita salir airoso en una investidura que ya todos intuimos más que azarosa. El PNV le ha dicho que no se moja: que ni que sí ni que no, y mucho menos antes de las elecciones vascas de octubre, cuando la derecha nacionalista deberá medirse con Bildu y con Podemos.

Artur Mas, el 'Destroyer', con cara de acelga hervida, refunda o refunde CDC, buscando aferrarse al poder cual gato que ya ha consumido seis vidas

Por lo que respecta a ERC, un Tardà bermejo y socarrón acudió a la Moncloa, acompañado por el camarero de un bar próximo, muy risueño, con barba y tupé, y disfrutó de su momento de gloria mediática endilgando al presidente en funciones una memoria USB con todas las conversaciones pornográficas entre Fernández Díaz y Daniel de Alfonso. Pero Mariano ni se inmutó, tal vez por tener la cabeza en otra parte, seguramente en su inminente encuentro con Barack Obama y en la cena de gala que Felipe VI ofrecerá en Madrid, cena a la que, por cierto, ni Homs, ni Tardà, ni el camarero risueño con barba y tupé, han sido invitados; desaire que ha soliviantado a la parroquia indepe, porque una cosa es marcharse unilateralmente y otra muy distinta ser vetado en un banquete por indeseable.

Mientras eso ocurre y el país se sume en el letargo que propicia el calor, Artur Mas, el Destroyer, con cara de acelga hervida, refunda o refunde CDC, buscando aferrarse al poder cual gato que ya ha consumido seis vidas, vendiendo las bondades de un partido nuevo, municipalista, femenino, centradito y soberanista, en bicefalia de género con Neus Munté. Más de lo mismo.

En otro ámbito de cosas, la Guardia Civil registra ayuntamientos por todo el país, en la llamada operación Térmyca, contra la corrupción, y en la región catalana, concretamente contra los catalanes (ironía on). Uno de los primeros en pagar el odio de España ha sido Manel Bassols, ex director de campaña de Puigdemont, que ha sido detenido por segunda vez en menos de un año.

Para colmo de males, el Tribunal Constitucional, por unanimidad y con diez cañones por banda, va y vuela por los aires las estructuras del Nou Estat. Aunque Munté ya se ha apresurado a declarar que todo era muy previsible y que eso no nos afecta, ya que por cada estructura que nos tumben construiremos diez o quince nuevas.

Para colmo de males, el Tribunal Constitucional, por unanimidad y con diez cañones por banda, va y vuela por los aires las estructuras del 'Nou Estat'

Es cosa sabida que en Cataluña cualquier diletante esgrime con arrogancia un Mandato del Pueblo. La existencia de tantos mandatos divinos es la causa de que haya tantos fulls de ruta, tantos pueblos catalanes, tanta mala leche y tan patético nivel de gobierno.

Como ven, queridos lectores, nada nuevo ni demasiado original acontece. Ante todo, "el verano es el momento de amar a la chicas que quieras tú conquistar", tal y como cantaba Mungo Jerry en In The Summertime, aquel pegadizo hit de 1970; un tiempo muerto de sesteo y tediosa somnolencia, de la que salimos cuando se convierte en noticia de portada el matonismo y la pataleta de alguno, empeñado en hacer valer su derecho inalienable a tomarse un cafè amb llet en su lengua. Vehemencia y defensa enconada proporcionalmente inversa a la que aplicaría el afectado al irrelevante derecho del prójimo a estudiar en la suya. Lo de siempre, amigos: el vergonzoso doble rasero del vergonzoso onanismo nacionalista uniceja.

Olvídenlo todo, disfruten del verano, a la sombra o en el agua, recuperen energía y resuello, que ya llegará septiembre; las coreografías norcoreanas del 11S; la cuestión de confianza a Puigdemont en el Parlament; unas nuevas elecciones catalanas; unas terceras estatales y un sinfín de nuevas tribulaciones.

Porque es nuestro sino, porque hemos venido a sufrir, porque son dos días y además, te mueres... porca miseria!