Como no puede ser menos, una frase como “vete, déjanos solos” tiene muy diferentes significados, según su contexto. Imagine el lector que esto se lo digan unos padres a un hijo. Para hacerse idea de la realidad de la escena habría que considerar el tono empleado y la circunstancia habida. Tampoco es lo mismo emplear un tono suave y serio que un tono chillón e irrespetuoso. Ni es lo mismo que estas palabras se las dijera una mujer a su pareja, en la clínica y tras tener una criatura. Se diría entonces que la madre le señala al padre que ahí sobra y que sueña con quedarse con el bebé para ella sola. Sería un chasco para ese padre, siempre y cuando fuese un padre amoroso, y aún mayor en el caso de que éste quisiera verdaderamente a su pareja. Pero pensemos ahora, una vez más, en política, el tema que ahí sigue.
Si Podemos insistiera en ir a unas terceras elecciones, estaría claro lo que buscaban: que el PP obtuviera por fin mayoría absoluta. No habría duda entonces de que ellos son la verdadera marca blanca del PP
Así, con una frase como ésta, se han venido a expresar algunos partidos con respecto a otros. Los PP y Podemos (la penosa, petulante y pésima triple P) se querían quedar a solas. ¡Sí, por fin solos! Pero los populares han sido más listos que los podemitas. Ambos sumaron sus votos para que PSOE y C’s no pudieran formar Gobierno. Hicieron lo necesario para que, por primera vez en la democracia española, hubiera que repetir las elecciones; con el consiguiente y cuantioso gasto económico y con el anunciado y esperado desgaste del deseo de los ciudadanos de ir a votar. Y lo lograron.
Una corte de periodistas de radio, televisión y prensa, incansables a la tontería, repiten desde hace tiempo lugares comunes, bien dirigidos desde despachos políticos. En efecto, se da por hecho indiscutible la existencia de bloques (lo cual, en sí, es indeseable y más todavía en un país como el nuestro, que no ha superado el espíritu de la Guerra Civil) y, no sólo eso, sino el deber compulsivo de ordenarse en polos. La derecha frente a la izquierda, y que no gobiernen los otros, pues son la piel de Satanás (en versión laica o de meapilas, tanto da). En medio, el pueblo soberano asiste estupefacto a esta burda tragicomedia en sus diversos segmentos generacionales, territoriales y sociales.
Habrá que reiterar a las huestes de Iglesias, y por los siglos de los siglos, que gracias a su simpar pinza con el PP, éstos han obtenido 14 escaños más. Si insistieran en ir a unas terceras elecciones, estaría claro lo que buscaban: que el PP obtuviera por fin mayoría absoluta. No habría duda entonces de que ellos son la verdadera marca blanca del PP.
Gracias, Iglesias. Gracias, Podemos. Gracias a vosotros cada día somos un poco más tontos y tenemos más PP
“El humor, esa cortesía de la desesperación”, ha escrito Boris Cyrulnik en el libro ¿Por qué la resiliencia? (Gedisa). Y tenemos que pensar en estos términos para no desesperar de tanta estulticia y engaño social. Por fortuna, yo lo tengo claro, Podemos no logró el asegurado sorpasso al PSOE, y éste seguirá siendo la referencia principal de lo que se llama izquierda y, sin duda alguna, de lo que es la socialdemocracia. En cuanto a C’s, insisto en la necesidad de recuperar a Jordi Cañas y su discurso. Ellos sabrán lo que hacen, y si no tienen prisas en que se restaure su limpieza y su dignidad herida. El PP, con sus tentáculos, sigue victorioso en su táctica de anular a Cañas; Jordi: adaptando el Bella Ciao, recuerda que 'el enemigo es poderoso, pero al final sucumbirá'.
Es curioso cómo los populares y sus acólitos de los medios de comunicación repiten la misma táctica que siguieron hace años con el CDS de Adolfo Suárez. Fagocitarlo por inútil, para luego apoyarse en Jordi Pujol. Los de C’s "sobran y molestan", dicen día sí y otro también, ahora “el peligro es Podemos y hay que optimizar los votos, que vuelvan con nosotros”. Todo esto es un verdadero insulto a la inteligencia y, desde luego, al respeto debido a la ciudadanía o al pueblo o a la opinión pública. Pero después de dar amplia cobertura televisiva a Podemos, hay que dar seguridad al pueblo de que no habrá Brexit en España ni referendos de autodeterminación. Este ha sido el algoritmo seguido. Gracias, Iglesias. Gracias, Podemos. Gracias a vosotros cada día somos un poco más tontos y tenemos más PP. ¡Adelante, seguid, habéis podido!