Los resultados de las elecciones de hoy han estado marcados por el Brexit y la abstención. Ante un marco de incertidumbre los votantes han optado por no hacer demasiados experimentos. El PP mejora a base de recuperar votos de Ciudadanos y a no verse afectado por la abstención. El PSOE resiste por la misma razón. La voracidad y las dudas sobre las intenciones últimas de Pablo Iglesias han llevado a muchos electores a no repetir su apoyo a Unidos Podemos. Parte del voto antisistema de Podemos esta vez se ha abstenido. Ciudadanos no logra retener a todos sus votantes que, asustados por la situación, vuelven a refugiarse en el PP.
 
Con todo, el próximo gobierno no será fácil. La mejora del PP no garantiza a Rajoy poder alcanzar la investidura. Conseguir el apoyo de Ciudadanos, que se lo ha negado repetidamente, y de Sánchez, no parece evidente a pesar de su mejora electoral.  La otra alternativa, un gobierno de Sánchez, no parece posible por que Podemos no esta dispuesto a dar su apoyo a un pacto Sánchez y Rivera con un programa de reformas moderado. 
 
Los próximos días tendremos una gran presión para que Rajoy sea presidente. Pero esto no es seguro, ni mucho menos. Si Rivera y Sánchez mantienen su posición, Rajoy no lo tendrá fácil. En su favor, su triunfo relativo. En su contra que si Rajoy continúa España no entrará en una nueva fase. El PP gobernará pero el presidente continúa en el alero. Rajoy puede ser presidente con la abstención de Ciudadanos y PSOE, pero ello garantiza una legislatura movida.