Días lluviosos. Invitados por la ciudad de Santander y por la Fundación Santillana nos hemos vuelto a reunir en el palacio de la Magdalena con el ánimo de levantar un diagnóstico del periodismo cultural, ver el estado de la cuestión; como el año pasado pero estrenando formato: las ponencias, de quince minutos estrictamente, se ajustaban al modelo de las conferencias TED y los ponentes no eran los veteranos de la profesión sino jóvenes que exponían sus ideas e iniciativas culturales.
El año pasado recibió en Madrid el premio nacional de la crítica por su labor de difusión cultural en las ondas, y al día siguiente era despedida de su trabajo
Éramos muchos. Ha sido instructivo escuchar a los jóvenes, y agradable volver a ver a viejos amigos y colegas, aunque lo más significativo para mí era una ausencia: la de una conocida radiofonista que el año pasado recibió en Madrid el premio nacional de la crítica por su labor de difusión cultural en las ondas, y al día siguiente era despedida de su trabajo. Los recortes, la crisis, etc. Recién galardonada, y recién incorporada a las huestes sombrías de los desempleados, el año pasado vagaba por los salones del palacio de la Magdalena --como quien dice, sosteniendo su invisible trofeo--, procurando estar irritada para no estar triste. Este año ya no ha venido pero me parecía verla como Hamlet al fantasma de su padre.
Escuché a Tania Safura Adam, mozambiqueña afincada en Barcelona después de pasar por Lisboa y Madrid, que con Sarah Ardite dirige Radio África Magazine, web donde publican música, fotos, textos y en general el patrimonio cultural africano y afro-peninsular. Me dijo Tania que la “africanidad” portuguesa y española es sensiblemente diferente de la francesa y de la inglesa y mucho más ignorada.
Creo que valdrá la pena consultar la web de Radio África Magazine, y la de Márgenes, donde Diego Rodríguez acoge el cine español menos convencional, más creativo: películas ambiciosas que vienen a corregir la horrenda imagen que tiene nuestro cine comercial. Aunque sólo fuese por descubrir estas dos webs, ya me habrían merecido la pena estos días lluviosos en Santander.