En menos de un siglo nuestro país ha dado el mayor salto evolutivo registrado, con igualdad de género, derechos humanos, educación obligatoria, sanidad universal, libertad de prensa, higiene, ocio, transporte. Sin embargo, nosotros, los privilegiados, estamos continuamente alarmados por la situación actual nacional, y nuestras principales preocupaciones son, según el CIS, el paro, la corrupción y el fraude, los problemas de índole económica y la inestabilidad política.
Zenks plantea diseñar un plan de riqueza personal en donde una persona física o jurídica se compromete a realizar acciones por los demás para crear bienestar
Si reflexionamos sobre la situación mundial los problemas locales se relativizan porque en este planeta de desigualdades, 8.500 niños mueren al día por desnutrición y 1.000 por falta de agua potable, somos incapaces de poner en marcha medidas radicales para paliar un cambio climático que parece irreversible y que afectará a nuestras generaciones futuras y millones de ciudadanos aterrorizados huyen y los que podemos acogerles no les damos refugio. El interminable etcétera de dolor, sufrimiento y abuso que padece el mundo supera cualquier argumento de novela de terror. Como sostiene el antipoeta Nicanor Parra, "el cielo se está cayendo a pedazos".
En este escenario de horrores, hay proyectos que iluminan y dan esperanza, como Zenks, una institución que promueve una filosofía de vida basada en conectar lo positivo del mundo para crear bienestar y riqueza social. Un lugar de encuentro en donde las personas se comprometen a ayudar a los demás y donde los distintos agentes comparten experiencias y conocimientos para mejorar el entorno y crear felicidad.
Zenks plantea diseñar un plan de riqueza personal en donde una persona física o jurídica se compromete a realizar acciones por los demás para crear bienestar. Ellos se encargan de gestionar y conectar los planes de riqueza personales o institucionales para compartir conocimientos y experiencias positivas haciendo que la sociedad sea más humana y justa. Se trata de plantear proyectos locales con proyección global, buscando el compromiso de las personas y consiguiendo que el movimiento ciudadano fomente una cultura de colaboración eficiente. Zenks considera que una ciudad es positiva cuando el 1% de sus ciudadanos tienen planes de riqueza social.
Además existe una organización independiente y sin ánimo de lucro llamada Ashoka, que inició su actividad hace 35 años y que ha liderado el movimiento del emprendimiento social en el mundo. Ellos han sido los impulsores de proyectos sociales de gran impacto, como Wikipedia o Winkomun, que crea instrumentos de ahorro e inversión comunitaria, o Luz Rello, que ha sido recientemente galardonada con el premio Fundación Princesa de Girona Social por su trabajo como investigadora y desarrolladora de herramientas digitales para eliminar las barreras de las personas con dislexia.
Ashoka sostiene que debemos empezar a vivir y trabajar de forma distinta pensando en cómo innovar y ayudar a los demás a cambiar
Ashoka sostiene que debemos empezar a vivir y trabajar de forma distinta pensando en cómo innovar y ayudar a los demás a cambiar. El objetivo es crear una sociedad en la que todos seamos agentes de cambio. En Ashoka seleccionan a un tipo concreto de emprendedor, el que tiene una solución creativa a un reto social concreto y le conecta con una red mundial. Sus resultados son impactantes: 10 años después de haber sido seleccionados, el 71% de los emprendedores sociales de Ashoka logra algún cambio en las políticas públicas de su país.
Ashoka identifica en los agentes de cambio habilidades comunes como querer solucionar un problema y tener una solución creativa, la empatía, saber liderar y tener capacidad para influir en las personas que les apoyan. Sin embargo, para lograr un cambio a gran escala, Ashoka insiste en que necesita la colaboración de cada uno de los actores de la sociedad, desde las empresas y el sector público hasta los niños. Su objetivo es construir un mundo de agentes de cambio.
Únicamente un 16% de nuestra sociedad tiene una actitud positiva frente al entorno. Se trata de personas que actúan, tienen confianza, humildad y generosidad, son valientes, colaboran y sonríen. Ellas consiguen contagiar su entusiasmo a las personas que tienen a su alrededor y logran que su entorno próximo prospere. Ese 16% de personas positivas, esos agentes de cambio que desarrollan y lideran ideas y que no descansan hasta que las ponen en marcha, podríamos ser cada uno de nosotros, con nuestras capacidades y nuestros talentos, con nuestra voluntad de ayudar y generar un pequeño impacto positivo en la sociedad. Encontraríamos solución a los grandes problemas, uniendo nuestro esfuerzo.