El famoso director de cine, de origen austriaco, Billy Wilder afirmaba: "Los austriacos son un pueblo maravilloso, han hecho creer a todo el mundo que Beethoven era austriaco y Hitler alemán", cuando la realidad es todo la contrario.
De nuevo el fantasma del totalitarismo recorre Europa, ahora tras discursos euroescépticos y xenófobos en su mayoría
Viene el tema a colación porque en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Austria el vencedor fue Norbert Hofer, líder del partido ultraderechista FPÖ. Y, recordando que Hitler era austriaco, parece como si la Historia se ríe de nosotros o se quiere repetir; claro que alguien dirá que el señor Hofer es cojo, pues también lo era Goebbels y ya sabemos dónde llegó.
Claro que, lo de Austria, no es un hecho aislado. Tenemos los ejemplos de Hungría, Polonia, Eslovaquia, y los éxitos electorales de Le Pen en Francia o de Alternativa para Alemania, por citar algunos. Y es que parece que de nuevo el fantasma del totalitarismo recorre Europa, ahora tras discursos euroescépticos y xenófobos en su mayoría.
Pero no debemos quedarnos en la descripción sino intentar analizar, aunque sea someramente, las causas. La crisis económica, que ha provocado grandes desigualdades entre la población, la crisis de ideología de los partidos de la izquierda tradicional, una Unión Europea encerrada en sí misma, donde toman decisiones personas que no han sido elegidas por los ciudadanos y que viven de espaldas a los problemas de los mismos, conforman todo un caldo de cultivo para la extrema derecha, máxime cuando se ha institucionalizado el discurso único de la austeridad como receta contra todos los males.
A ello se une el tema de los refugiados, en su mayoría de religión musulmana, con el consecuente choque cultural, pero digamos también que luego se los aloja en barrios ya problemáticos de ciudades europeas, con lo que se incuba el huevo de la serpiente. Con ello también se distrae al personal de sus reivindicaciones sociales, porque en el fondo a algunos les interesa más una Europa parda que una Europa roja, ya se vio en los años treinta.
Muchos gobiernos europeos van adoptando discursos y políticas propias de los ultras
Muchos gobiernos europeos van adoptando discursos y políticas propias de los ultras, y son de todos los colores políticos, con lo que poco a poco la extrema derecha va ganando la hegemonía, si no política, sí ideológica.
Austria es un país muy bonito, parece de postal, allí nació Mozart, y al igual que en su ópera Die Zauberflötte ('La flauta mágica'), nos traslada a un mundo de ensueño cuando se visita. Pero tras los valses de Strauss y los salones de Sissi, suena otra estrofa: 'Wir werden weitermarchieren, wenn alles in Schärben fällt, denn heute gehört uns Deutschland und morgen die ganze Welt' ('Volveremos a marchar, cuando todo esté en ruinas. Hoy nos pertenece Alemania, y mañana el mundo entero'). Son estrofas del himno de las Hitlerjugend (las Juventudes Hitlerianas). Hoy, cuando muchas cosas están en ruinas, ya les pertenece Austria y otros países europeos, y avanzan rápido en algunos más.