Veo poca televisión pero, puestos a elegir, me quedó con La 2. La 2 de RTVE es como el Canal 33 de la 'Corpo' pero sin el tuétano nacionalista. Lo cual es de agradecer.
Desde hace seis meses estoy enganchado al programa 'Historia de nuestro cine' porque me descubre un mundo que desconocía. Mis referencias cinematográficas eran el cine de Hollywood. Un cine que, con alguna excepción, hoy me aburre soberanamente. Prefiero el europeo, preferentemente el francés y el inglés, por este orden. Y ahora, a mi edad, he descubierto que el cine español tiene títulos que nada tienen que envidiar a los americanos.
Petrarca escribió en el siglo XIV que "un bel morir tutta una vita onora", una frase que, si se me permite el anacronismo, parecía estar escrita para Lluís Companys
Hace un par de semanas programaron una película que no vi: 'Companys, procés a Catalunya'. No la vi por una razón fácil de entender: la había visto en TV3 en dos ocasiones. No creo que haya una película en 'la Nostra' que hayan emitido más veces. Cada cinco años la reponen para mantener viva la memoria del 'president mártir'.
Ya se sabe que las historias oficiales siempre son las historias de los vencedores, y aunque Companys fue un vencido, desde que murió Franco la historia dejó de ser el manual franquista y pasaron a escribirla los hijos de los vencidos. Una historia más real que la anterior.
Pero que sea más real no quiere decir que sea objetiva. Porque la historia, como la mirada, es una perspectiva filtrada por el color de la ideología que tiene cada uno. Sólo los ingenuos ignoran que existen tantas historias como miradas que la ven.
Bien. La primera afirmación política que debo hacer es que el Canal 33 nunca hubiera emitido una película contraria a la ideología nacionalista, a no ser que previa, o posteriormente, los contertulios la hubieran puesto de chupa de dómine. Por el contrario, en La 2 no hubo, en el debate coloquio del viernes ni en la presentación previa, ningún otro comentario que no fuera de los valores cinematográficos de la película de Josep Maria Forn. Impensable en el canal de la 'Corpo'. Una película biopic, técnicamente muy floja. Ni esa crítica dijeron para no alentar al telespectador a que cambiara de canal.
A mí, que pienso como decía Cicerón que "la historia es la maestra de la vida", siempre me ha interesado la historia y creo modestamente que algo he aprendido de ella.
Que no se me enfaden los mitómanos pero la vida de Companys no fue tan ejemplar como retrata este film canónico
Francesco Petrarca escribió en el siglo XIV, en el final de un bello soneto, la frase "un bel morir tutta una vita onora", que si se me permite el anacronismo parecía estar escrita para Lluís Companys. Lo cual significa que ha habido muchos Companys en la historia antes y después de Petrarca. Porque el personaje histórico no fue tan ejemplar como refleja la hagiografía de la película de Forn. Que es la imagen que conservan las personas que han visto la película y no tienen más referencias de quien fue el personaje real. No el político mitificado con tantas efigies que hoy motean el territorio y que cada 15 de octubre recuerdan sus acólitos con marchas de antorchas nocturnas.
Que no se me enfaden los mitómanos pero la vida de Companys no fue tan ejemplar como retrata este film canónico.
Los anarquistas de la CNT le acusaron de haber contratado a unos pistoleros de la FAI para que mataran al amante ocasional de su amante, la bella Carme Ballester. El interfecto fue Miquel Badia, un dirigente indepe de Estat Català, asesinado en plena calle meses antes de que estallara la Guerra Civil. Y los rojinegros algo sabían de los pistoleros de la FAI...
A finales de la década de los 20, Lluís Companys había denunciado públicamente a Manuel Carrasco i Formiguera, dirigente de la histórica UDC. acusándole de ser un separatista. Un sustantivo y adjetivo con el que el 'president mártir' nunca se identificó (pese a que por esa acusación fue fusilado en 1940 en Montjuïc), mal que les pese a los dirigentes de ERC, y también a los advenedizos separatas de Convergència.
Y es que el mito de Lluís Companys responde al dicho de "un bel morir tutta una vita onora" del final del bello soneto 'Rerum vulgarium fragmenta'.