Perdón por el titular. No soy digno de utilizarlo pero tras releer el conocido artículo de Émile Zola me parece oportuno utilizarlo y lo robo. Yo acuso. A los políticos de turno por su imborrable mancha de no ser capaces de gobernar. Para eso están. Si no sirven, váyanse.

Yo acuso. Al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, por repetir los engaños de la anterior legislatura

Acuso. Al jefe del Estado y al presidente del partido ganador, Mariano Rajoy, de no haber formado gobierno. Uno por no exigir y el otro por no intentarlo. Dos fracasados. No pueden sentarse al borde del camino a ver pasar a los ciudadanos con las alforjas vacías de ilusiones y mercancías. Sudorosos y alicaídos en sus esperanzas de mejora. Mientras, se está muy bien almorzando con la bota al lado, llena de buen vino. El ciudadano no lleva ni pan, ni agua. Y su sendero a la esperanza se truncará por falta de un gobierno que lo dirija. Si no hay esperanza, no hay futuro. Toca retroceder una y otra vez al mismo cruce de las elecciones para ver si, por fin, se coge el camino acertado.

Acuso. Al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, por repetir los engaños de la anterior legislatura. Por hacer creer a los ciudadanos que habíamos salido de la crisis económica con sus recortes cuando la realidad y los números acreditan que es mentira. El déficit así lo demuestra. Y la deflación. Y el paro. Y el cierre de oficinas bancarias. Y la emigración de los jóvenes preparados a buscarse la vida lejos del país que los formó. Por iniciar la campaña electoral con falsedades imposibles como terminar la jornada laboral a las seis de la tarde. Lo pudo hacer durante los pasados cuatro inútiles años. No lo hiciste, Mariano. Algunas ya están recogidas en el pacto PSOE-C’s. No vale copiar. Sabe que es imposible. Pero vende humo con tal de seguir sentado en el sillón que le viene grande. Falsedades como en la campaña de 2011. Bajamos impuestos, los subió. Y como colofón tenemos un déficit muy superior al marcado. Es del 5,16% en vez del 4,2% del PIB. Demasiado. La culpa, a la Comunidades Autónomas. Hombre... los presupuestos ya estaban hechos en el verano pasado, cundo tomaron el poder los gobiernos autonómicos. Se precisaba un nuevo sistema de financiación autonómica. Y sobró la reforma fiscal, por electoralista, que ha hecho perder recaudación. Habéis mentido sobre el déficit.

Acuso a Pedro Sánchez por asumir todo el protagonismo político e informativo en la investidura con el resultado de cero

Acuso. Al presidente del Gobierno en funciones por no saber dónde están enterrados los abuelos de muchos españoles. Mejor archivar. Como el caso del aceite de Redondela. Más de cuatro millones de kilos de aceite desaparecidos. Muchos millones de pesetas (200 millones de entonces, 2.000 de ahora) desaparecidos, tres muertos y carpetazo al caso por parte del padre del presidente. De casta le viene al galgo. Hoy la corrupción del PP es del que la hace, dixit Mariano. El presidente no sabe nada. Igual que ayer, hace 44 años. Por no controlar la corrupción de su partido, el PP, y por mentir sobre el conocimiento de la cuenta de su partido y de su amigo Bárcenas en Suiza.

Acuso. A Pedro Sánchez, líder del PSOE y candidato a presidir el gobierno de España. Por asumir todo el protagonismo político e informativo en la investidura con el resultado de cero. Hay que tener el resultado más seguro antes de someterse a votaciones. Se creyó imprescindible y nadie lo es. Menos teatro y más contundencia. Ha fracasado, de momento. Y esto lleva al retroceso del PSOE en unas próximas elecciones. Incluso a perder el segundo puesto nacional de partidos. Está ante su última oportunidad. O gobierno, o a la calle. O resultados, o sea gobierno, o te echarán de Ferraz.

Acuso a Pablo Iglesias, líder de Podemos, de ir de estrella de circo en vez de estadista

Acuso. A Pablo Iglesias, líder de Podemos, de ir de estrella de circo en vez de estadista. De estar engatusando a Sánchez cuando lo que realmente quiere es comerlo. Lo que realmente quiere es el liderazgo de la izquierda y medirse al líder del PSOE en otras elecciones para fulminarlo. Deseos. De aupar a Sánchez para La Moncloa, nada de nada. Representa a la casta, lo que Podemos combate. Y, si puede, los liquida. Acuso a Pablo de ocupar el protagonismo total, de ocupar el centro del escenario para resaltar su imagen, de prepotencia y narcisismo. También en política hay que ser generoso de vez en cuando. De echar la responsabilidad a las bases sobre la posible segunda investidura de Sánchez para no mojarse. De silenciar a Errejón. De renunciar a los cargos que nunca tuvo. De manejar el circo del Congreso, que caerá en el desprestigio que él busca. De buscar su sillón personal y no la gobernabilidad de España.

Acuso. A Albert Rivera, líder de Ciudadanos, de jugar a formar gobierno con socios imposibles. Con socios que lo quieren fulminar. Con socios que no son los suyos. De seguir jugando al fútbol sala cuando el país necesita fútbol de once y de hombres fuertes. En campo embarrado. Y yendo a rematar con su socio Sánchez. ¿O no es ya socio? Si hay pacto habrá que negociar de igual con Podemos e Iglesias. Sánchez le manda al banquillo y Rivera no protesta. Hay que levantar la voz o retirarse. Muchos desaires. Nada de ir de comparsa con Sánchez. Mejor romper la baraja y a pelear en el campo. O el público se percatará del tema y abandonará el mismo. Te abandonará a ti, Albert Rivera. Por tu inocencia. Por creer que el PP accederá a negociar contigo y el PSOE. Será sometimiento, no negociación. Por caer en lo mismo que has criticado. Por pedir sillones de gobierno. Acabásemos. Ya está todo claro. Todos pedís lo mismo. Todos queréis lo mismo. ¿Para qué? ¡Ah! Lo entendemos.

Acuso a Albert Rivera de jugar a formar gobierno con socios imposibles

Acuso. A los medios de comunicación mayoritarios y poderosos por desinformar. Manipular. Mentir. Por ponerse al servicio del poder y de los poderosos y no de los ciudadanos. Fin de la prensa. Menos mal, quedan los pequeños y los online para enterarnos de la realidad.

Acuso. A los cuatro líderes por no dar la talla que el país necesita. Por no ser capaces de entenderse. Por no imitar a los pequeños ayuntamientos donde sí se han entendido para hacer gobierno. Con menos preparación. Y ustedes, con todas las facilidades no son capaces. Váyanse al infierno. Váyanse a casa. Les acuso de incapacidad manifiesta para gobernar España.

Acuso. A mí mismo por no haber escrito esto antes.