Sigue el desarrollo de la obra teatral 'La investidura' en el teatro 'Las Cortes'. Ha bajado la calidad. Ha bajado el interés del público. No emociona. No se vibra. Y además hay mal olor. Huele a cadáver. Es el de Mariano Rajoy. No ha soportado la tensión del momento y se ha ido tras la zurra de Albert Rivera. El que, en principio, podía ser su salvación lo ha fulminado desde la tribuna. No soportó el repaso inmisericorde que le propinó Rivera y se fue al pasillo. A consolarse con Pablo Sebastián, viejo amigo periodista, en el pasillo del teatro. Solos. Hablando del futuro. Del futuro que no hay para Mariano. Nadie molesta. ¿Sería el olor a cadáver? La prensa no se acerca. Solo Carolina Cortines, valiente y desafiante, lo plasma en una foto para la posteridad. El último día vivo (políticamente) de Mariano Rajoy.
¡Cuidado! Porque Mariano se agarra al carro del poder y, a lo peor, en julio forma gobierno. ¡Cuidado! No lo den por muerto
Pero, ¡cuidado! Estos muertos son peligrosos. Y más si son gallegos. Porque bruxas haberlas, hailas. ¡Cuidado! Porque Mariano se agarra al carro del poder y, a lo peor, en julio forma gobierno. ¡Cuidado! No lo den por muerto. Si resucita será más peligroso que El Cid ganando batallas. Absténganse las plañideras, no adelantemos acontecimientos.
Cierto que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, le ha sacudido de lo lindo a Mariano Rajoy y a su partido. Cierto que le ha dado un repaso en toda regla de estos pasados cuatro años, de sus recortes, de su pasividad, de su no cumplir con los mandatos de la UE, de la corrupción de su partido y lo nada que ha hecho Mariano por limpiarlo. "¿Cómo va a limpiar Rajoy España de corrupción si no puede limpiar su casa?", le ha dicho Albert Rivera. "Ya que no está en su escaño, díganselo cuando vuelva". Añadió, como sentencia definitiva. El escaño de Rajoy, créanme, se movió. Y otros muchos. Y los bancos azules casi cambiaron de color. Como sus ocupantes.
Porque la mañana ya venía espesa después de las intervenciones de Rajoy e Iglesias. 'Coleta Morada' Iglesias ha dejado claro que no va a permitir un gobierno que presida Sánchez. Busca un 'milagro'. Un giro a la izquierda. ¿No habían hecho ya un pacto? Sí. Otra vez, sí. Ya lo dijimos aquí, en Crónica Global. 'Hay pacto... luego habrá gobierno'. Pues no. No hay gobierno. El Ibex, los 'poderes' que mandan, y algunos barones del PSOE obedientes de esos poderes lo han impedido. De momento. Pacto había. Otros medios también lo han confirmado. Pero ahora está más difícil.
Además, está comprobado. Cada vez que Pablo Iglesias tiene una intervención importante provoca un mayor distanciamiento con el PSOE. ¿Será casualidad? Parece mucha casualidad. Unas veces por el referéndum y otras por las exigencias de ministerios, parece que 'El coletas' se distancia. No se acerca al PSOE. Busca comerlo. ¿En otras elecciones? A día de hoy, sí. Pero en política una noche es un mundo. Y quedan varias. Toca esperar. Aunque sea en el velatorio del teatro. Tenemos un cadáver y un beso entre 'Coleta Morada' Iglesias y Domènech dignos de un gran funeral. Veremos a quien se entierra primero.