El mundo de las televisiones privadas anda especialmente revuelto como consecuencia de una política seguida por el gobierno de Rajoy que muchos consideran lamentable. Su corolario es un sector formado básicamente por dos grupos --Atresmedia y Mediaset-- de capital mayoritariamente extranjero y que, lejos de moverse por planteamientos ideológicos unidireccionales y con una influencia determinante en el mapa político español, tienen un único objetivo como cualquier otra sociedad cotizada: ganar dinero y, cuanto más, mejor.
Y este objetivo, basado en un descarado duopolio, al que los sucesivos gobiernos españoles se lo han puesto 'a huevo'. Un duopolio con el que casi nadie parece estar de acuerdo, y ahí está para demostrarlo el recurso contencioso-administrativo presentado por la Asociación Española de Anunciantes (AEA) contra el acuerdo del Consejo de Ministros del pasado 16 de octubre, que resolvió el concurso público para la adjudicación de seis licencias de nuevos canales de Televisión Digital Terrestre (TDT), ya que favorece la concentración y perjudica la competencia del mercado publicitario.
Atresmedia y Mediaset aglutinan el 86% de la inversión publicitaria que se destina a la televisión y el 43% del total, lo que resulta de todo punto denunciable
Los dos grandes grupos cuentan con un total de 13 canales --sumando las dos nuevas licencias concedidas--, que aglutinan el 86% de la inversión publicitaria que se destina a la televisión y el 43% del total, lo que resulta de todo punto denunciable, ya que permite a ambos grupos unos envidiables ingresos de más de 600 millones de euros cada uno.
De las seis nuevas licencias de TDT adjudicadas por el Ministerio de Industria el pasado octubre se beneficiaron Mediaset, Atresmedia, Real Madrid TV, Grupo Secuoya, Kiss TV y 13 TV, en sus versiones de alta y estándar definición.
El aleatorio reparto gubernamental dejó fuera a solicitantes como Prisa o El Corte Inglés, lo que ha obligado al grupo de El País a denunciar ante la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC) dicho reparto, a la vez que anunciaba que iba a impugnar el Acuerdo del Consejo de Ministros ante el Tribunal Supremo y ante la Comisión Europea por "su incompatibilidad con los artículos 106 y 102 del Tratado de Funcionamiento de la UE". El mismo grupo ha pedido la suspensión cautelar de la adjudicación y que la CNMC presente un recurso contencioso-administrativo contra el Acuerdo del Consejo de Ministros que dio luz verde el pasado viernes a la adjudicación.
Por su parte, la CNMC no parece estar muy dispuesta a entrar en conflictos con el Gobierno, dejando constancia de que tanto Mediaset como Atresmedia han sido sancionados en repetidas ocasiones, como por ejemplo cuando multó en el pasado mes de noviembre a Atresmedia con 2,8 millones de euros por infringir los acuerdos pactados en 2012 sobre la fusión de Antena 3 y La Sexta, o como cuando sancionó hace dos años a Mediaset con 15,6 millones de euros, la mayor multa impuesta hasta el momento, por incumplir las negociación de la unión con Cuatro.
Pobre balance para quien muestra un reiterado desprecio por la normativa española y comunitaria en materia de tiempos de emisión de publicidad, de franjas de horarios protegidos o de publicidades encubiertas.
La patronal de las televisiones privadas ha decidido reivindicar su papel en la sociedad española y pedir que se limpie todo atisbo de competencia
Mediaset es una empresa italiana, controlada por Silvio Berlusconi, y que en España está presente en Telecinco, Cuatro, Factoría de Ficción, Boing, Divinity, Energy, Telecinco HD y Cuatro HD, a la vez que posee las acciones de Publiespaña. Desde Mayo de 2015 tiene el 40% de la televisión catalana 8TV. De la misma manera, todo apunta a que tiene el control del Grupo Secuoya, uno de los seis beneficiarios del último reparto gubernativo de los nuevos canales de TDT.
Por lo que respecta a Atresmedia, sus accionistas de referencia son la española Planeta y la italiana DeAgostini junto con la germano luxemburguesa RTL-Grupo Berstelmann.
Siguiendo la máxima, nunca demostrada, de que la mejor defensa es un buen ataque, la patronal de las televisiones privadas (UTECA) formada por Atresmedia, Mediaset España, con la presencia puramente nominativa de NetTV y Veo, ha decidido reivindicar su papel en la sociedad española y pedir que se limpie todo atisbo de competencia, con el que se enfrentan sus socios, haciendo públicas las necesidades de reformas del sector (de Mediaset y Atresmedia). Entre estas necesidades se encuentran la seguridad jurídica para las televisiones que actualmente emiten por TDT y la unificación de los pagos por propiedad intelectual. Además, el duopolio vuelve a insistir en que la publicidad no retorne a TVE y reconoce la amenaza que supone la televisión de pago, para la que solicita se limite o desaparezca su financiación publicitaria, ya que obtienen ingresos por la cuota de abonados.
¡Por pedir que no quede!