El domingo 27, a las 8:30 de la noche, mi hija me envió un WhatsApp así de lacónico: "1515?". Y yo le respondí igual de escueto: "Penita".
Cinco minutos antes cuando mi hijo y mi mujer me preguntaron el qué, y les dije que tablas. Empate a 1515. No se lo creyeron. Pensaron que era una broma: "Imposible", me dijeron. Pero como mi cara no destilaba ironía, me respondieron al unísono: "Está amañado…" Levanté y encogí los hombros como diciendo "a mí, que me registren".
El lema de la campaña electoral de Democràcia i Llibertat se había hecho realidad: de "Imposible" pasó a "posible". La mirilla de la escopeta de perdigones de Mas está desenfocada. Si el gerifalte y su costalero Homs aciertan es de chiripa… Como los de la CUP hacen como el plasma de Rajoy, en la rueda de prensa de final del aquelarre no hubo preguntas de cómo había sido posible lo imposible.
Cinco minutos antes cuando mi hijo y mi mujer me preguntaron el qué, y les dije que tablas. Empate a 1515. No se lo creyeron
Al día siguiente, Enric Hernández, el director de El Periódico, le pedía a Artur Mas que, por vergüenza torera, convocara ya unas elecciones, sin esperar al día 2 a que los capitostes de Baños, Gabriel, Arrufat, Fernández y demás de sus conmilitones le digan a Mas con el dedo pulgar mirando arriba o abajo que sí o que si no. La política separata se ha convertido en el pan y circo del Coliseo romano… Xavier Vidal Folch, director de El País en la edición de Cataluña, le dedicaba palabras más gruesas.
Un político con un mínimo sentido de la dignidad no habría tenido que esperar para que se lo dijeran, sino que, tres meses después del 27S, lo tendría que haber hecho, por respeto a la institución que representa. Pero estas cosas son refractarias al gerifalte mayor de la república nonata. Debe creerse Jesús, que pone una y otra vez la otra mejilla. Sí, es un católico algo extraviado.
Quisiera equivocarme, como ya explique hace tres semanas en "Ojala no se cumpla lo que temo de la CUP", pero mucho me temo que el 2 de enero, día en que se celebra el fin de la Reconquista con la entrada triunfal de los reyes católicos en el reino nazarí de Granada, los cupaires decidirán ungir a Mas caudillo del aquelarre separatista.
El 2 de enero, día en que se celebra el fin de la Reconquista con la entrada triunfal de los reyes católicos en el reino nazarí de Granada, los cupaires decidirán ungir a Mas caudillo del aquelarre separatista
No voy a negar que me hubiera gustado que el 'no' hubiera salido concretamente con 1516 votos, ni uno más. No sucedió por culpa de David Vitali, un desconocido cupero que estaba celebrando la Navidad con su familia en Andalucía. Como bien se sabe, tierra de origen de algunos rufianes separatistas…
Sí, 1516 porque esa es mi San Miguel preferida. Una cerveza elaborada de acuerdo a la Ley de Pureza Alemana de ese año, usando tan solo agua, malta y lúpulo.
Los malagueños, burgaleses y leridanos somos los españoles que más san migueles consumimos por cápita; no sólo por una cuestión geográfica y de costumbre –en las tres provincias están las plantas embotelladoras de la mejor Pilsen Lager de 2011–, sino también cuasi religiosa: San Miguel es el jefe del ejército celestial, según el Viejo y el Nuevo Testamento, y el asexuado arcángel Gabriel es el mensajero de Dios, según esos libros bíblicos (recuerdo que Anna Gabriel es la asexuada cupaire que lidera Endavant, los serafines con trompetas que más soplan contra Mas).
Pero no pudo ser por culpa de David, que tuvo que emigrar a Andalucía para celebrar en familia la Navidad con su estelada de toda la vida. Para los que no conozcan la Biblia: Ana, la madre de la Virgen, autorizó a su hija a que desposara con José, que descendía de la familia de David. El ángel Gabriel, el mensajero de Dios, le anunció que estaba encinta por obra y gracia del Espíritu Santo.
Recuerdo esta entrañable historia de Navidad… O si lo prefieren los agnósticos y ateos: la inocentada tres horas y media antes del 28